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~PALABRAS DE JESUS DE INVITACIÓN ~
“Vengan a mí, todos ustedes que trabajan…”
Audio
Preparo mi corazón para orar
Al comenzar, me tomo un momento para percibir la Presencia del Señor ante mí,
mirándome con amor, deseando hablarle a mi corazón.
En oración, leo Mateo 11, 25-30.
Después de leer en oración, pido una gracia
que deseo en este momento de oración.
Usando mi razonamiento:
• Piense en lo que está sucediendo en la escena; ¿Cuáles son las palabras de acción?
• ¿Quiénes son las personas en la escena? Cuál es el lugar ¿Qué cosas se describen?
• ¿Qué palabras me llaman la atención? ¿Qué significa esto para mí?
Usando mi imaginación:
• Me imagino en la escena, ¿soy un observador o participante? ¿A quién me siento atraído?
• Usando todos mis sentidos, ¿qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué siento, huelo o pruebo?
Reflexiono sobre lo que Dios le dice a mi corazón:
• Mientras reflexiono, utilizo mis sentidos espirituales para reconocer lo que está ocurriendo en mi corazón: mis pensamientos, sentimientos y deseos. (Reconocer significa ver, notar, darse cuenta, nombrar). Es importante hacer esto, ya que mis pensamientos, sentimientos y deseos dan forma a mis acciones.
• Busco la verdad que el Señor me está comunicando. Le pido a Jesús que me dé su mente y sus pensamientos para ver con los ojos de su corazón lo que hoy quiere revelarme. ¿Cómo me está llamando Jesús a aplicar esta verdad a mi vida?
Reflexión guiada
Citado de “Una Introducción Ignaciana a la Oración”,
por el padre Timothy M Gallagher, O.M.V1
Siento el gozo de la gratitud en el corazón de Jesús cuando eleva su corazón al Padre, a quien tanto ama, y por quien se sabe amado tan profundamente … ese mismo Padre que me dice, como a Jesús: Tú eres mi hija amada, mi hijo amado…
Jesús agradece a su Padre haber revelado los misterios del reino no a los autosuficientes… sino a los que se sienten desamparados, dependientes de Dios para todo, como un niño pequeño…. Pido ser esa niña, ese niño…
Le pido a Jesús, el Hijo que conoce al Padre, que se revele a sí mismo, que me revele al Padre en este tiempo de oración … que elija hacer esto en mi corazón …
Ahora está cerca de mí, hablándole a mi corazón. Escucho su invitación: “Ven a mí …” Comparto con el Señor mi propio deseo, ahora, en este tiempo de oración. Aun cuando siento mi más sentido anhelo de “venir a él”, de saber que mi corazón está cerca de él… lo escucho decirme, con infinito amor: quiero que te acerques, te invito, te llamo,
“Ven a mi …”
“Tú que estás fatigado y agobiado … Yo te haré descansar”. Señor, concédeme el descanso que busca mi corazón inquieto. Acepto esta invitación. Vengo al Señor trayendo mis cargas, el dolor y el cansancio de mi corazón. Escucho su promesa de descanso, descanso del corazón…
“Carga con mi yugo y aprende de mí … porque soy manso y humilde de corazón”. Dos palabras. Señor, eres manso, eres humilde de corazón. Reflexiono sobre cada palabra … No hay más lugar para el miedo…
“Aprende de mí”. Le pido al Señor este “aprendizaje” en estos momentos de oración… Este es el aprendizaje que más desea mi corazón: aprendizaje personal, aprendizaje relacional, aprendizaje de Jesús…” Y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. “Nos has hecho para ti, oh Señor, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti” (San Agustín). Busco al Señor, busco su descanso… Gracias Señor… Gracias Señor…
Te pido esta gracia en este tiempo de oración:
Conversa con Dios2
Reconocer:
- ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en mi corazón? Yo creo …
- ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en mi corazón? Yo siento …
- ¿Cuáles son los deseos que surgen en mi corazón? Yo deseo …
Relacionar:
Honestamente relaciono esto con Dios; le hablo a Él de esto, confiando en que está presente y escuchándome a mí, su amado hijo.
Recibir:
- Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón, sabiendo que Su amor es gratuito e incondicional. Recibo su amor y consuelo. Confío en que Él anhela consolarme, animarme, fortalecerme, curarme, perdonarme…
- Le permito a Él que me guíe; quizás volviendo a la escritura …
Responder en oración:
Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo
- Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo como le hablaría a un amigo. También puedo invocar la intercesión de María y los santos. (San Ignacio llama a esto un coloquio).
Alábalo – doy gloria a Dios por quien es; por ser todo bueno y amoroso; por ser mi Señor y salvador…
Agradécele – por nuestro tiempo juntos; por su palabra para mí; por los regalos que me ha dado hoy …
Pídele … por ayuda, gracia, fuerza, sabiduría, fe más profunda…
- En base a lo que Dios está diciendo a mi corazón, me propongo actuar de la siguiente manera concreta para amar a Dios y amar al prójimo (que podría ser algo pequeño). Hoy voy a …
Descansen en el Señor:
“Quédense quietos y sepan que yo soy Dios”
Psalm 46, 10
1 Gallagher, T., 2008. Una Introducción Ignaciana a la Oración: Reflexiones Bíblicas Según los Ejercicios Espirituales. Nueva York: The Crossroad Publishing Company.
2 Esta forma de conversar con Dios en oración a menudo llamada RRRR (ARRR por sus siglas en inglés) es enseñada por el Instituto para la Formación Sacerdotal de Omaha Nebraska. Para obtener más información, consulte Father Traynor, Scott (2013) La Parroquia Como Escuela de Oración y, Dwyer, Karen y Lawrence (2011) WRAP Yourself in Scripture (Publicaciones de IPF).