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“LOS AMÓ HASTA EL FINAL” ~ “Luego echó agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de los discípulos”.
Preparo mi corazón para orar
Al comenzar, me tomo un momento para percibir la Presencia del Señor ante mí,
mirándome con amor, deseando hablarle a mi corazón.
En oración, leo Juan 13, 1-17
Después de leer en oración, pido una gracia que deseo en este momento de oración.
Usando mi razonamiento:
• Piense en lo que está sucediendo en la escena; ¿Cuáles son las palabras de acción?
• ¿Quiénes son las personas en la escena? Cuál es el lugar ¿Qué cosas se describen?
• ¿Qué palabras me llaman la atención? ¿Qué significa esto para mí?
Usando mi imaginación:
• Me imagino en la escena, ¿soy un observador o participante? ¿A quién me siento atraído?
• Usando todos mis sentidos, ¿qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué siento, huelo o pruebo?
Reflexiono sobre lo que Dios le dice a mi corazón:
• Mientras reflexiono, utilizo mis sentidos espirituales para reconocer lo que está ocurriendo en mi corazón: mis pensamientos, sentimientos y deseos. (Reconocer significa ver, notar, darse cuenta, nombrar).
Es importante hacer esto, ya que mis pensamientos, sentimientos y deseos dan forma a mis acciones.
• Busco la verdad que el Señor me está comunicando. Le pido a Jesús que me dé su mente y sus pensamientos para ver con los ojos de su corazón lo que hoy quiere revelarme. ¿Cómo me está llamando Jesús a aplicar esta verdad a mi vida?
Reflexión guiada
Citado de “Una Introducción Ignaciana a la Oración”, por el padre Timothy M Gallagher, O.M.V1
Ha llegado la hora de Jesús … Es la Pascua. Lo veo cenando con los doce: el aposento alto, la comida para la cena, el vino …
Mi mirada se centra ahora en Jesús, en este momento de su entrega… “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, llevó su amor hasta el final”. “Los suyos”. Le agradezco que me haya llamado a ser “suya” a ser “suyo”. Y reflexiono sobre este amor, entregado hasta el final: en su máxima expresión, hasta el último momento de su vida … entregado por “los suyos”, por mí …
Ahora, mientras observo, Jesús expresa todo el sentido de su vida de servicio, una vida vivida “en condición de esclavo” (Fil 2: 7), con un gesto simbólico, lleno de significado…
Lo veo levantarse de la mesa, ceñirse con una toalla, tomar una palangana con agua, arrodillarse a los pies de un discípulo, luego otro, luego otro… y lavarles los pies… ¿Puedo permitirle que me lave los pies…?
Veo a Pedro resistirse, él lucha por permitir que el Señor se arrodille ante él para servirlo tan humildemente, amarlo de esta manera … Yo también conozco esta lucha …
“Señor, ¿cómo vas a lavarme tú a mí los pies?” “Lo que estoy haciendo tú no lo puedes comprender ahora, lo comprenderás después”. Cuán a menudo yo también “no comprendo ahora” lo que el Señor está haciendo en mi vida … pero luego lo comprendo …
“Jamás permitiré que me laves los pies”. “Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo”. “Señor, no solo mis pies; sino también mis manos y mi cabeza”. Pedro permite que el Señor lo ame y lo sirva … abro mi propio corazón a ese amor … y ya no me resisto …
Ahora veo a Jesús volver a tomar su lugar en la mesa … lo escucho preguntarme: “¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?” “Lo sé” Le respondo …
“Pues bien, si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, ustedes deben hacer lo mismo unos con otros. Porque les he dado un ejemplo …”.
Le pido al Señor que me ayude a comprender, en lo profundo de mi corazón, su ejemplo de servicio, su amor por los suyos hasta el final. Comparto la gratitud por ese amor que crece en mi corazón … Le hablo ahora, por fin, con profunda atención, sin prisas, desde mi corazón …
Le pido su gracia para amar hasta el final…, con el mismo amor de servicio, a los que me ha entregado para que sean “míos” …
Te pido esta gracia en este tiempo de oración:
Conversa con Dios2
Reconocer:
• ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en mi corazón? Yo creo …
• ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en mi corazón? Yo siento …
• ¿Cuáles son los deseos que surgen en mi corazón? Yo deseo …
Relacionar:
Honestamente relaciono esto con Dios; le hablo a Él de esto, confiando en que está presente y escuchándome a mí, su amado hijo.
Recibir:
• Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón, sabiendo que Su amor es gratuito e incondicional. Recibo su amor y consuelo. Confío en que Él anhela consolarme, animarme, fortalecerme, curarme, perdonarme…
• Le permito a Él que me guíe; quizás volviendo a la escritura …
Responder en oración:
• Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo como le hablaría a un amigo. También puedo invocar la intercesión de María y los santos.
(San Ignacio llama a esto un coloquio).
Alábalo – doy gloria a Dios por quien es; por ser todo bueno y amoroso; por ser mi Señor y salvador…
Agradécele – por nuestro tiempo juntos; por su palabra para mí; por los regalos que me ha dado hoy …
Pídele … por ayuda, gracia, fuerza, sabiduría, fe más profunda…
• En base a lo que Dios está diciendo a mi corazón, me propongo actuar de la siguiente manera concreta para amar a Dios y amar al prójimo (que podría ser algo pequeño). Hoy voy a …
Descansen en el Señor: “Quédense quietos y sepan que yo soy Dios”
Salmo 46, 10
1 Gallagher, T., 2008. Una Introducción Ignaciana a la Oración: Reflexiones Bíblicas Según los Ejercicios Espirituales. Nueva York: The Crossroad Publishing Company.
2 Esta forma de conversar con Dios en oración a menudo llamada RRRR (ARRR por sus siglas en inglés) es enseñada por el Instituto para la Formación Sacerdotal de Omaha Nebraska. Para obtener más información, consulte Father Traynor, Scott (2013) La Parroquia Como Escuela de Oración y, Dwyer, Karen y Lawrence (2011) WRAP Yourself in Scripture (Publicaciones de IPF).