VI – Verónica Limpia el Rostro de Jesús

Si soy tu fiel,
vela por mi vida,
salva a tu servidor
que en tí confía
Salmo 86, 2

V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. (Genuflexión)
R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. (De pie)
V. La Verónica, impulsada por la lealtad y la compasión, ofrece su
velo a Jesús para enjugar su rostro desfigurado. Y Jesús imprime en
él su santo rostro: gran recompensa por tan pequeña ofrenda. ¿Qué
pagas tú al Señor por sus innumerables bendiciones? (De rodillas)
R. Jesús, Tú me has bendecido más allá de toda comparación.
¿Qué puedo dar por todos los dones que me has otorgado? Me
entrego por completo a Tu servicio. Te entrego todo mi corazón;
imprime en él Tu sagrada imagen, para que nunca más me

manche el pecado. Amén.
Padre Nuestro, Avemaria, Gloria
Recita el Acto de Contrición
V. Señor Jesús, crucificado,
R. ¡Ten piedad de nosotros! (De pie)
¿Quién no apenarse podría,
al ver de Cristo a la Madre,
padeciendo con su Hijo?