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Synod Spanish prayer companion

20 ~ EL REGALA MÁS GRANDE DE TODOS

~ 20 ~
EL REGALO MÁS GRANDE DE TODOS ~
“Este es mi cuerpo que es entregado por ti”. Lucas 22, 7-30

Preparo mi corazón para orar
Al comenzar, me tomo un momento para percibir la Presencia del Señor ante mí,
mirándome con amor, deseando hablarle a mi corazón.

En oración, leo Lucas 22, 7-30
Después de leer en oración, pido una gracia que deseo en este momento de oración.

Usando mi razonamiento:

  • Piense en lo que está sucediendo en la escena; ¿Cuáles son las palabras de acción?
  • ¿Quiénes son las personas en la escena? Cuál es el lugar ¿Qué cosas se describen?
  • ¿Qué palabras me llaman la atención? ¿Qué significa esto para mí?

Usando mi imaginación:

  • Me imagino en la escena, ¿soy un observador o participante? ¿A quién me siento atraído?
  • Usando todos mis sentidos, ¿qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué siento, huelo o pruebo?

Reflexiono sobre lo que Dios le dice a mi corazón:

  • Mientras reflexiono, utilizo mis sentidos espirituales para reconocer lo que está ocurriendo en mi corazón: mis pensamientos, sentimientos y deseos. (Reconocer significa ver, notar, darse cuenta, nombrar).

Es importante hacer esto, ya que mis pensamientos, sentimientos y deseos dan forma a mis acciones.

  • Busco la verdad que el Señor me está comunicando. Le pido a Jesús que me dé su mente y sus

pensamientos para ver con los ojos de su corazón lo que hoy quiere revelarme. ¿Cómo me está llamando Jesús a aplicar esta verdad a mi vida?

Reflexión Guiada
Citado de “Una Introducción Ignaciana a la Oración”, por el padre Timothy M Gallagher,O.M.V1

Jesús les dice a Pedro y a Juan: “Encárguense de prepararnos la cena de Pascua …” Todo está previsto, todo está cuidadosamente preparado para la Eucaristía … Nada sucede por casualidad … Observo a Pedro y Juan mientras entran en la ciudad, mientras hacen los preparativos para la cena… me preparo con ellos para lo que está por suceder.

Ahora es la hora de Jesús … Estoy ahí al caer la tarde. Veo el Cenáculo, veo la mesa, los platos, el vino, el cordero… me reúno con los discípulos. Nuestros corazones sienten que un gran misterio está a punto de suceder…

“Como he deseado celebrar esta Pascua con ustedes …” Estas palabras me abren las profundidades del corazón de Jesús. Me detengo aquí en mi oración, siento el gran deseo en Jesús de dar el don de su Cuerpo y Sangre Eucarísticos a sus discípulos, a mí … le hablo a él de mi deseo …

Estoy ahí, observo cada detalle, cada gesto, con profunda reverencia. Veo a Jesús tomar el pan … partirlo … dárselo a sus discípulos, a mí … Escucho las palabras: “Este es mi cuerpo …” Me doy cuenta de lo que este don ha significado, significa, en mi vida … hablo con el Señor …

Él toma la copa: “Esta copa … es la nueva alianza en mi sangre …” Siento la magnitud del don que se da: el don de su Cuerpo y Sangre, todo su ser, a la Iglesia, a mí … Mi corazón le habla …

La humanidad lucha por captar y aceptar el regalo … Uno lo traicionará. Surge una disputa sobre quién es el mayor entre ellos… Y el Amor está con ellos, como quien se entrega a ellos: “Porque, ¿Quién es más importante, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? Pues bien, yo estoy entre ustedes como el que sirve”.

Me quedo en silencio, mi alma se calma. Mi corazón se vuelve hacia el Señor, consciente del don de su Presencia, su Cuerpo, su Sangre, simplemente mirando, simplemente recibiendo, dando silenciosamente mi propio corazón. Ahora, el corazón le habla al corazón, sin palabras, profundamente …

“Oh, tú eres mi Dios, por ti mi alma tiene sed …”

 

Te pido esta gracia en este tiempo de oración:
Conversa con
Dios2

Reconocer:

  • ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en mi corazón? Yo creo …
  • ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en mi corazón? Yo siento …
  • ¿Cuáles son los deseos que surgen en mi corazón? Yo deseo …

Relacionar:  

Honestamente relaciono esto con Dios; le hablo a Él de esto, confiando en que está presente y escuchándome a mí, su amado hijo.

Recibir:

  • Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón, sabiendo que Su amor es gratuito e incondicional. Recibo su amor y consuelo. Confío en que Él anhela consolarme, animarme, fortalecerme, curarme, perdonarme…
  • Le permito a Él que me guíe; quizás volviendo a la escritura …

Responder en oración:

  • Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo como le hablaría a un amigo. También puedo invocar la intercesión de María y los santos. (San Ignacio llama a esto un coloquio).

Alábalo – doy gloria a Dios por quien es; por ser todo bueno y amoroso; por ser mi Señor y salvador…

Agradécele – por nuestro tiempo juntos; por su palabra para mí; por los regalos que me ha dado hoy …

Pídele … por ayuda, gracia, fuerza, sabiduría, fe más profunda…

  • En base a lo que Dios está diciendo a mi corazón, me propongo actuar de la siguiente manera concreta para amar a Dios y amar al prójimo (que podría ser algo pequeño). Hoy voy a …
Descansen en el Señor:  “Quédense quietos y sepan que yo soy Dios” Salmo 46, 10

 

1 Gallagher, T., 2008. Una Introducción Ignaciana a la Oración: Reflexiones Bíblicas Según los Ejercicios Espirituales. Nueva York: The Crossroad Publishing Company.

2 Esta forma de conversar con Dios en oración a menudo llamada RRRR (ARRR por sus siglas en inglés) es enseñada por el Instituto para la Formación Sacerdotal de Omaha Nebraska. Para obtener más  información, consulte Father Traynor, Scott (2013) La Parroquia Como Escuela de Oración y, Dwyer, Karen y Lawrence (2011) WRAP Yourself in Scripture (Publicaciones de IPF).

21 ~ NO MI VOLUNTAD SI NO LA TUYA

~ 21 ~
NO MI VOLUNTAD SI NO LA TUYA ~
“Padre, si es posible líbrame del cáliz de amargura”

 

Preparo mi corazón para orar
Al comenzar, me tomo un momento para percibir la Presencia del Señor ante mí,mirándome con amor, deseando hablarle a mi corazón.

En oración, leo Mateo 26, 36-46
    Después de leer en oración, pido una gracia que deseo en este momento de oración.

 

Usando mi razonamiento:

  • Piense en lo que está sucediendo en la escena; ¿Cuáles son las palabras de acción?
  • ¿Quiénes son las personas en la escena? ¿Cuál es el lugar? ¿Qué cosas se describen?
  • ¿Qué palabras me llaman la atención? ¿Qué significa esto para mí?

Usando mi imaginación:

  • Me imagino en la escena, ¿Soy un observador o participante? ¿A quién me siento atraído?
  • Usando todos mis sentidos, ¿Qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué siento, huelo o pruebo?

Reflexiono sobre lo que Dios le dice a mi corazón:

  • Mientras reflexiono, utilizo mis sentidos espirituales para reconocer lo que está ocurriendo en mi corazón: mis pensamientos, sentimientos y deseos. (Reconocer significa ver, notar, darse cuenta, nombrar).

Es importante hacer esto, ya que mis pensamientos, sentimientos y deseos dan forma a mis acciones.

  • Busco la verdad que el Señor me está comunicando. Le pido a Jesús que me dé su mente y sus pensamientos para ver con los ojos de su corazón lo que hoy quiere revelarme. ¿Cómo me está  llamando Jesús a aplicar esta verdad a mi vida?
Reflexión Guiada
Citado de “Una Introducción Ignaciana a la Oración”, por el padre Timothy M Gallagher, O.M.V1

Acompaño a Jesús que ahora entra en su tiempo de dolor, de carga, el tiempo de la cruz … Le pido que me muestre, a través de su cruz, el significado de mis propios dolores y
cargas …

Me uno a Jesús y a los Once mientras caminan a lo largo de las murallas de la ciudad hacia el Huerto de Getsemaní … Es de noche … Escucho los silenciosos sonidos de la noche, siento la pesadez en los corazones de los discípulos. Mi corazón también conoce tiempos de pesadez y temor …

“Mi alma está triste hasta la muerte …” Con gran reverencia, reflexiono sobre el dolor de Jesús, un dolor profundo que casi abruma su vida misma … ¿Qué se mueve en su corazón? ¿En mi corazón? Yo le hablo de mi propio dolor …

Ahora veo a Jesús adentrarse un poco más en el huerto … y está solo. Los tres más cercanos a él se duermen. Humanamente, está completamente solo, en su momento de necesidad. Mi corazón también sabe lo que significa sentirse solo … le hablo …

Su energía le falla … Cae de rodilla sobre tierra, y de su corazón se eleva un grito de angustia al Padre: “Padre mío, si es posible, aleja de mi este cáliz de amargura …” Hay en Jesús un profundo, muy profundo deseo de ser liberado de la carga que lleva, la carga que tiene por delante: “Si es posible, aleja de mi este cáliz …” Cuántas veces yo también he hecho esa oración: aleja este cáliz de amargura … la copa de la debilidad física y del dolor, de la responsabilidad, de las luchas en las relaciones … Estoy allí con Jesús, postrado en tierra …

“Sin embargo, no como yo quiero, sino como tú”. Dos voluntades: “como yo quiero”, “como tú quieras”. Y, aunque le cuesta tanto a su parte humana, Jesús doblega su voluntad a la del Padre … rezo con él, pido valor para aceptar, como Jesús, la voluntad del Padre en mi vida …

Él viene, buscando la compañía y el apoyo de sus seguidores… y ellos duermen… Pero ahora yo no duermo… le hablo…

Veo como, por segunda vez, Jesús repite su aceptación de la voluntad del Padre: “Padre mío, si esto no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad”. Y de nuevo, una tercera vez … y todavía está solo …

“Vamos, levántense. Miren, ya está aquí el que me va a entregar “. Su oración lo ha fortalecido, está listo para enfrentar la cruz … Oro por esa misma fuerza …

 

Te pido esta gracia en este tiempo de oración:
Conversa con Dios2

Reconocer:

  • ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en mi corazón? Yo creo …
  • ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en mi corazón? Yo siento …
  • ¿Cuáles son los deseos que surgen en mi corazón? Yo deseo …

Relacionar:   

Honestamente relaciono esto con Dios; le hablo a Él de esto, confiando en que está presente y escuchándome a mí, su amado hijo.

Recibir:

  • Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón, sabiendo que Su amor es gratuito e incondicional. Recibo su amor y consuelo. Confío en que Él anhela consolarme, animarme, fortalecerme, curarme, perdonarme…
  • Le permito a Él que me guíe; quizás volviendo a la escritura …

Responder en oración:

  • Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo como le hablaría a un amigo. También puedo invocar la intercesión de María y los santos. (San Ignacio llama a esto un coloquio).

Alábalo – doy gloria a Dios por quien es; por ser todo bueno y amoroso; por ser mi Señor y salvador…

Agradécele – por nuestro tiempo juntos; por su palabra para mí; por los regalos que me ha dado hoy …

Pídele … por ayuda, gracia, fuerza, sabiduría, fe más profunda…

  • En base a lo que Dios está diciendo a mi corazón, me propongo actuar de la siguiente manera concreta para amar a Dios y amar al prójimo (que podría ser algo pequeño). Hoy voy a …
Descansen en el Señor:  “Quédense quietos y sepan que yo soy Dios”
Salmo 46, 10

1 Gallagher, T., 2008. Una Introducción Ignaciana a la Oración: Reflexiones Bíblicas Según los Ejercicios Espirituales. Nueva York: The Crossroad Publishing Company.

2 Esta forma de conversar con Dios en oración a menudo llamada RRRR (ARRR por sus siglas en inglés) es enseñada por el Instituto para la Formación Sacerdotal de Omaha Nebraska. Para obtener más información, consulte Father Traynor, Scott (2013) La Parroquia Como Escuela de Oración y, Dwyer, Karen y Lawrence (2011) WRAP Yourself in Scripture (Publicaciones de IPF).

22 ~ JESUS OFRECE SU VIDA

~ 22 ~
JESUS OFRECE SU VIDA ~
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”

 

Preparo mi corazón para orar
Al comenzar, me tomo un momento para percibir la Presencia del Señor ante mí,mirándome con amor, deseando hablarle a mi corazón.

 

En oración, leo Lucas 23, 26-49
Después de leer en oración, pido una gracia que deseo en este momento de oración.

Usando mi razonamiento:

  • Piense en lo que está sucediendo en la escena; ¿Cuáles son las palabras de acción?
  • ¿Quiénes son las personas en la escena? ¿Cuál es el lugar? ¿Qué cosas se describen?
  • ¿Qué palabras me llaman la atención? ¿Qué significa esto para mí?

Usando mi imaginación:

  • Me imagino en la escena, ¿Soy un observador o participante? ¿A quién me siento atraído?
  • Usando todos mis sentidos, ¿Qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué siento, huelo o pruebo?

Reflexiono sobre lo que Dios le dice a mi corazón:

  • Mientras reflexiono, utilizo mis sentidos espirituales para reconocer lo que está ocurriendo en mi corazón: mis pensamientos, sentimientos y deseos. (Reconocer significa ver, notar, darse cuenta, nombrar).

Es importante hacer esto, ya que mis pensamientos, sentimientos y deseos dan forma a mis acciones.

  • Busco la verdad que el Señor me está comunicando. Le pido a Jesús que me dé su mente y sus pensamientos para ver con los ojos de su corazón lo que hoy quiere revelarme. ¿Cómo me está llamando Jesús a aplicar esta verdad a mi vida?

 

Reflexión Guiada
Citado de “Una Introducción Ignaciana a la Oración”, por el padre Timothy M Gallagher, O.M.V1

La cruz … en la vida de Jesús … y en la mía. Ahora acompañaré a Jesús en su momento supremo de entrega. Le pido el valor para llevar mi propia cruz, para ser fiel “hasta el final”, como él.

Me uno a la multitud, que se empuja por las calles estrechas. Veo el bullicio, la agitación; Escucho el clamor, los gritos, mientras subimos hacia el Gólgota. Veo a Jesús, azotado, coronado de espinas, condenado, rechazado, burlado… llevando la cruz, paso a paso, por el camino…

Lo miro, despacio, con gran atención de corazón … La imagen de Jesús cargando su cruz penetra en mi alma … “Si alguien quiere venir en pos de mí, debe negarse a sí mismo y tomar su cruz cada día y seguirme” (Lc 9, 23). Su camino de la cruz es el mío también …

Simón lo asiste… ¿Qué significa este momento para Jesús? ¿Para Simón? Las mujeres lloran por él. Incluso ahora, Jesús no está absorto en su propio dolor, sino que sigue vivo ante la necesidad de los demás: “No lloren por mí; lloren más bien por ustedes … ”

Él está crucificado. … Miro el doloroso desnudamiento; veo como es clavado de sus manos y pies, veo el levantamiento de la cruz, escucho su respiración atormentada … Pienso en las veces que me he sentido, que me siento ahora, crucificado de alguna manera, despojado de lo que me es querido, clavado impotente en situaciones de dolor … cuando cada día trae su carga, su dolor … Y sé que no estoy solo …

“Mirarán al que traspasaron” (Jn 19,37). Yo hago esto ahora. Miro al Señor crucificado… y él me mira. Hablamos …

“Padre, perdónalos…” Su primer pensamiento, su primera palabra en la cruz. Me quedo aquí, reflexiono sobre el perdón en el corazón de Jesús. Pido este perdón, pido que el perdón sea también mi primer pensamiento …

Se burlan de él … pero un corazón se vuelve hacia él con fe: “Jesús, acuérdate de mí …” Yo también uní mi voz con esta oración … “Hoy estarás conmigo …”

Cae la oscuridad, se rasga el telón del templo, Jesús clama a gran voz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Da su vida… fiel hasta el final. Él lo ha dado todo, ahora, por mí. Le agradezco … hablo con él de las muchas “muertes” en mi vida, las pérdidas, el dejar ir …

Ahora, en silencio y quietud de corazón, contemplo al que me amó tanto que dio su vida por mí …

 

 

 

Te pido esta gracia en este tiempo de oración:
Conversa con Dios2

Reconocer:

  • ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en mi corazón? Yo creo …
  • ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en mi corazón? Yo siento …
  • ¿Cuáles son los deseos que surgen en mi corazón? Yo deseo …

Relacionar:   

Honestamente relaciono esto con Dios; le hablo a Él de esto, confiando en que está presente y escuchándome a mí, su amado hijo.

Recibir:

  • Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón, sabiendo que Su amor es gratuito e incondicional. Recibo su amor y consuelo. Confío en que Él anhela consolarme, animarme, fortalecerme, curarme, perdonarme…
  • Le permito a Él que me guíe; quizás volviendo a la escritura …

Responder en oración:

  • Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo como le hablaría a un amigo. También puedo invocar la intercesión de María y los santos. (San Ignacio llama a esto un coloquio).

Alábalo – doy gloria a Dios por quien es; por ser todo bueno y amoroso; por ser mi Señor y salvador…

Agradécele – por nuestro tiempo juntos; por su palabra para mí; por los regalos que me ha dado hoy …

Pídele … por ayuda, gracia, fuerza, sabiduría, fe más profunda…

  • En base a lo que Dios está diciendo a mi corazón, me propongo actuar de la siguiente manera concreta para amar a Dios y amar al prójimo (que podría ser algo pequeño). Hoy voy a …

Descansen en el Señor:  “Quédense quietos y sepan que yo soy Dios”
Salmo 46, 10

1 Gallagher, T., 2008. Una Introducción Ignaciana a la Oración: Reflexiones Bíblicas Según los Ejercicios Espirituales. Nueva York: The Crossroad Publishing Company.

2 Esta forma de conversar con Dios en oración a menudo llamada RRRR (ARRR por sus siglas en inglés) es enseñada por el Instituto para la Formación Sacerdotal de Omaha Nebraska. Para obtener más información, consulte Father Traynor, Scott (2013) La Parroquia Como Escuela de Oración y, Dwyer, Karen y Lawrence (2011) WRAP Yourself in Scripture (Publicaciones de IPF).

23~ LA MUJER EN LLANTO

~ 23 ~
LA MUJER EN LLANTO ~ “Maria … !Rabboni!”

 

Preparo mi corazón para orar
Al comenzar, me tomo un momento para percibir la Presencia del Señor ante mí,mirándome con amor, deseando hablarle a mi corazón. 

En oración, leo Juan 20,1, 11-18
 Después de leer en oración, pido una gracia que deseo en este momento de oración.

Usando mi razonamiento:

  • Piense en lo que está sucediendo en la escena; ¿Cuáles son las palabras de acción?
  • ¿Quiénes son las personas en la escena? ¿Cuál es el lugar? ¿Qué cosas se describen?
  • ¿Qué palabras me llaman la atención? ¿Qué significa esto para mí?

 

Usando mi imaginación:

  • Me imagino en la escena, ¿Soy un observador o participante? ¿A quién me siento atraído?
  • Usando todos mis sentidos, ¿Qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué siento, huelo o pruebo?

 

Reflexiono sobre lo que Dios le dice a mi corazón:

  • Mientras reflexiono, utilizo mis sentidos espirituales para reconocer lo que está ocurriendo en mi corazón: mis pensamientos, sentimientos y deseos. (Reconocer significa ver, notar, darse cuenta, nombrar).

Es importante hacer esto, ya que mis pensamientos, sentimientos y deseos dan forma a mis acciones.

  • Busco la verdad que el Señor me está comunicando. Le pido a Jesús que me dé su mente y sus pensamientos para ver con los ojos de su corazón lo que hoy quiere revelarme. ¿Cómo me está  llamando Jesús a aplicar esta verdad a mi vida?
Reflexión Guiada
Citado de “Una Introducción Ignaciana a la Oración”, por el padre Timothy M Gallagher, O.M.V1

Veo a María Magdalena llegar a la tumba muy temprano en la mañana. Ella ve que han quitado la piedra de la entrada… ella no mira hacia adentro, corre a buscar a Simón y Juan, y regresa después de que ellos salen del sepulcro (vv.1-10).

Ahora está sola fuera de la tumba. Ella se queda parada, incapaz de irse, temerosa de mirar dentro de la oscuridad de la tumba. Sus lágrimas caen… pero aún permanece ahí. Yo observo con reverencia … busco entender esas lágrimas … siento que parece congelada en su dolor …

Ahora, me maravillo de su valor: “Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro de la tumba”. Ella se enfrenta a su dolor, a su miedo: mira hacia la oscuridad de la tumba … y descubre que no está tan vacía como temía. Comienza un proceso que la lleva de sus lágrimas al Señor …

Los ángeles preguntan: “Mujer, ¿por qué lloras?” Escucho esta pregunta dirigida a mi corazón también: ¿Por qué lloras? ¿Por qué está tu corazón apesadumbrado mientras vives el día a día?

Ella ve al “jardinero”, sin reconocer a Jesús que ya está allí con ella, incluso mientras sus lágrimas caen… “Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Respondo a esta pregunta, hablándole al Señor desde mi corazón …

“Jesús le dijo ‘María’”. Simplemente su nombre … lo escucho pronunciar mi nombre … Esa palabra me dice todo a mí, como a María …
“¡Rabboni!” Una palabra … que lo dice todo. Ella sabe ahora que él está vivo, y vivirá para siempre, que está con ella, que su amor nunca la abandonará, que la llama por su nombre … Ya no es la mujer que llora … Hablo ahora al Señor. Respondo de corazón a su saludo …

El encuentro se convierte en misión: “Ve a mis hermanos y diles …” “María Magdalena fue y dijo a los discípulos: ‘He visto al Señor’”. Siento la alegría, el deleite, la energía con que ella proclama al Señor resucitado.

“He visto al Señor”. Hablo con María Magdalena, hablo ahora con Jesús y le pido que esta también sea la realidad central de mi vida y mi mensaje al mundo …

Ahora me siento junto a Maria. Miro su rostro y veo allí su radiante alegría. Veo la profunda felicidad de saberse amada, amada infinitamente, amada por siempre… Mi corazón habla ahora …

Te pido esta gracia en este tiempo de oración:
Conversa con Dios2

Reconocer:

• ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en mi corazón? Yo creo …
• ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en mi corazón? Yo siento …
• ¿Cuáles son los deseos que surgen en mi corazón? Yo deseo …

Relacionar:

Honestamente relaciono esto con Dios; le hablo a Él de esto, confiando en que está presente y escuchándome a mí, su amado hijo.

Recibir:

• Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón, sabiendo que Su amor es gratuito e incondicional. Recibo su amor y consuelo. Confío en que Él anhela consolarme, animarme, fortalecerme, curarme, perdonarme…

• Le permito a Él que me guíe; quizás volviendo a la escritura …

Responder en oración:

• Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo como le hablaría a un amigo. También puedo invocar la intercesión de María y los santos.
(San Ignacio llama a esto un coloquio).

Alábalo – doy gloria a Dios por quien es; por ser todo bueno y amoroso; por ser mi Señor y salvador…

Agradécele – por nuestro tiempo juntos; por su palabra para mí; por los regalos que me ha dado hoy …

Pídele … por ayuda, gracia, fuerza, sabiduría, fe más profunda…

• En base a lo que Dios está diciendo a mi corazón, me propongo actuar de la siguiente manera concreta para amar a Dios y amar al prójimo (que podría ser algo pequeño). Hoy voy a …

Descansen en el Señor: “Quédense quietos y sepan que yo soy Dios”
Salmo 46, 10

1 Gallagher, T., 2008. Una Introducción Ignaciana a la Oración: Reflexiones Bíblicas Según los Ejercicios Espirituales. Nueva York: The Crossroad Publishing Company.

2 Esta forma de conversar con Dios en oración a menudo llamada RRRR (ARRR por sus siglas en inglés) es enseñada por el Instituto para la Formación Sacerdotal de Omaha Nebraska. Para obtener más información, consulte Father Traynor, Scott (2013) La Parroquia Como Escuela de Oración y, Dwyer, Karen y Lawrence (2011) WRAP Yourself in Scripture (Publicaciones de IPF).

24~ UN VIAJE A LA ESPERANZA

~ 24 ~
UN VIAJE A LA ESPERANZA ~
“¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino?”

 

Preparo mi corazón para orar
Al comenzar, me tomo un momento para percibir la Presencia del Señor ante mí,mirándome con amor, deseando hablarle a mi corazón. 

En oración, leo Lucas 24,13-35
 Después de leer en oración, pido una gracia que deseo en este momento de oración.

       

Usando mi razonamiento:

  • Piense en lo que está sucediendo en la escena; ¿Cuáles son las palabras de acción?
  • ¿Quiénes son las personas en la escena? ¿Cuál es el lugar? ¿Qué cosas se describen?
  • ¿Qué palabras me llaman la atención? ¿Qué significa esto para mí?

 

Usando mi imaginación:

  • Me imagino en la escena, ¿Soy un observador o participante? ¿A quién me siento atraído?
  • Usando todos mis sentidos, ¿Qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué siento, huelo o pruebo?

 

Reflexiono sobre lo que Dios le dice a mi corazón:

  • Mientras reflexiono, utilizo mis sentidos espirituales para reconocer lo que está ocurriendo en mi corazón: mis pensamientos, sentimientos y deseos. (Reconocer significa ver, notar, darse cuenta, nombrar).

Es importante hacer esto, ya que mis pensamientos, sentimientos y deseos dan forma a mis acciones.

  • Busco la verdad que el Señor me está comunicando. Le pido a Jesús que me dé su mente y sus pensamientos para ver con los ojos de su corazón lo que hoy quiere revelarme. ¿Cómo me está llamando Jesús a aplicar esta verdad a mi vida?

 

Reflexión Guiada
Citado de “Una Introducción Ignaciana a la Oración”, por el padre Timothy M Gallagher, O.M.V1

Estoy ahí, caminando con los dos discípulos. Siento la tristeza de sus corazones: “Nosotros esperábamos…”  La energía de los comienzos ha pasado, ha llegado el momento de la prueba y el fracaso exterior. Han visto el Viernes Santo … y, ahora, la tumba … está vacía, sin vida.

Camino con ellos por este camino rural… los escucho hablar. Veo la tristeza en sus rostros. Yo también he conocido esta tristeza de un discípulo, cuando todo parece ir mal, cuando no puedo entender lo que Dios está haciendo …

De repente, Otro está con nosotros. Dice poco; simplemente nos invita a compartir las cargas de nuestro corazón: “¿Qué es esta conversación …?” “¿Qué cosas?” Cuentan su historia de una esperanza que ya pasó, de su lucha …

Hablo de mis propias esperanzas y desilusiones … Y él escucha …

“¡Que torpes son para comprender y que duros son para creer lo que dijeron los profetas!” Él sabe que ellos, y yo, no somos “duros” de corazón, sino sólo “lentos” de corazón. Han sucedido demasiadas cosas, demasiado rápido, y no pueden comprenderlo con fe, no pueden comprenderlo. Ellos vacilan …

El Oyente ahora habla a sus corazones. Les “abre” las Escrituras y, poco a poco, empiezan a comprender… “¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y entrara en su gloria?”. “Estas cosas”, no el fin de la esperanza, sino el camino necesario hacia la gloria …

El corazón “lento” se convierte en un corazón en llamas: “¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros … mientras nos explicaba las Escrituras?” Ruego al divino Peregrino, que camina conmigo por la vida, por ese mismo corazón ardiente …

“Quédate con nosotros…” Con ellos, hago esta oración de corazón al Señor: ¡Quédate conmigo, Señor Jesús! “Y entró para quedarse con ellos …”

Compartimos la comida, la fracción del pan. Y nuestros ojos se abren. La fe arde, renovada, dentro de nosotros. El desánimo se transforma en la certeza de que el Señor resucitado está siempre conmigo, hoy, y todos los días de mi vida

Ahora todo cambia para ellos, para mí. Vuelven, con energía, al corazón de la comunidad. Y dan testimonio del Señor resucitado en medio de otros: “Ellos, por su parte, contaban lo que les había ocurrido cuando iban de camino, y cómo lo habían reconocido al partir el pan”.

Ahora estoy solo con el Señor. Mi corazón le habla libremente …

 

Te pido esta gracia en este tiempo de oración:
Conversa con Dios2

Reconocer:

• ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en mi corazón? Yo creo …
• ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en mi corazón? Yo siento …
• ¿Cuáles son los deseos que surgen en mi corazón? Yo deseo …

Relacionar:

Honestamente relaciono esto con Dios; le hablo a Él de esto, confiando en que está presente y escuchándome a mí, su amado hijo.

Recibir:

• Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón, sabiendo que Su amor es gratuito e incondicional. Recibo su amor y consuelo. Confío en que Él anhela consolarme, animarme, fortalecerme, curarme, perdonarme…

• Le permito a Él que me guíe; quizás volviendo a la escritura …

Responder en oración:

• Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo como le hablaría a un amigo. También puedo invocar la intercesión de María y los santos.
(San Ignacio llama a esto un coloquio).

Alábalo – doy gloria a Dios por quien es; por ser todo bueno y amoroso; por ser mi Señor y salvador…

Agradécele – por nuestro tiempo juntos; por su palabra para mí; por los regalos que me ha dado hoy …

Pídele … por ayuda, gracia, fuerza, sabiduría, fe más profunda…

• En base a lo que Dios está diciendo a mi corazón, me propongo actuar de la siguiente manera concreta para amar a Dios y amar al prójimo (que podría ser algo pequeño). Hoy voy a …

Descansen en el Señor: “Quédense quietos y sepan que yo soy Dios”
Salmo 46, 10

1 Gallagher, T., 2008. Una Introducción Ignaciana a la Oración: Reflexiones Bíblicas Según los Ejercicios Espirituales. Nueva York: The Crossroad Publishing Company.

2 Esta forma de conversar con Dios en oración a menudo llamada RRRR (ARRR por sus siglas en inglés) es enseñada por el Instituto para la Formación Sacerdotal de Omaha Nebraska. Para obtener más información, consulte Father Traynor, Scott (2013) La Parroquia Como Escuela de Oración y, Dwyer, Karen y Lawrence (2011) WRAP Yourself in Scripture (Publicaciones de IPF).

25 ~ ¿ME AMAS?

~ 25 ~
¿ME AMAS? ~ “Ellos sabían que era el Señor”

Preparo mi corazón para orar
Al comenzar, me tomo un momento para percibir la Presencia del Señor ante mí,
mirándome con amor, deseando hablarle a mi corazón.

En oración, leo Juan 21,1-19
Después de leer en oración, pido una gracia que deseo en este momento de oración.

Usando mi razonamiento:
• Piense en lo que está sucediendo en la escena; ¿Cuáles son las palabras de acción?
• ¿Quiénes son las personas en la escena? ¿Cuál es el lugar? ¿Qué cosas se describen?
• ¿Qué palabras me llaman la atención? ¿Qué significa esto para mí?

Usando mi imaginación:
• Me imagino en la escena, ¿Soy un observador o participante? ¿A quién me siento atraído?
• Usando todos mis sentidos, ¿Qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué siento, huelo o pruebo?

Reflexiono sobre lo que Dios le dice a mi corazón:
• Mientras reflexiono, utilizo mis sentidos espirituales para reconocer lo que está ocurriendo en mi corazón: mis pensamientos, sentimientos y deseos. (Reconocer significa ver, notar, darse cuenta, nombrar).
Es importante hacer esto, ya que mis pensamientos, sentimientos y deseos dan forma a mis acciones.
• Busco la verdad que el Señor me está comunicando. Le pido a Jesús que me dé su mente y sus pensamientos para ver con los ojos de su corazón lo que hoy quiere revelarme. ¿Cómo me está llamando Jesús a aplicar esta verdad a mi vida?

Reflexión guiada
Citado de “Una Introducción Ignaciana a la Oración”, por el padre Timothy M Gallagher, O.M.V1

Veo el lago, la orilla, los botes … Todo es tan familiar para estos discípulos …

“Voy a pescar”. “Iremos contigo”. Así que simplemente … un espíritu de armonía, de trabajar juntos …

Sus esfuerzos son en vano … toda la noche …

Amanece … A la luz de la mañana, ven a un extraño en la orilla … No lo reconocen.

“Muchachos, ¿han pescado algo?” Hay una nota de ternura aquí … Habla a sus corazones … y al mío.

A sus órdenes, arrojan la red al lado derecho … y pescan una gran cantidad de peces … Yo observo, siento los comienzos de su reconocimiento, de la fe que se eleva en sus corazones.

Juan es el primero en entender: “¡Es el Señor!” Este momento de intuición espiritual habla a mi corazón. Le pido al Señor que me abra los ojos, que me ayude a ver con claridad, a conocer su presencia conmigo en mi trabajo, en mis esfuerzos, en mi vida …

Pedro se apresura hacia el Señor con energía … siento que nada lo detendrá …

El fuego, la comida … su silencio. No se necesitan palabras … Ellos saben … Vivo con ellos este tiempo de compartir en silencio con el Señor … Yo también callo … Yo también sé …

Jesús y Pedro … Su corazón todavía está adolorido por el fracaso de la noche del Jueves Santo … Veo cómo Jesús, con gran sensibilidad y amor, sana el corazón de Pedro. No hay culpas … solo una nueva oportunidad para expresar la realidad más profunda en su corazón …

“Simón … ¿me amas?” Escucho a Jesús decir mi nombre y gentilmente me hace la misma pregunta: “¿Me amas?” Yo Respondo … Al igual que Pedro, mi corazón sabe que mi debilidad humana no se interpone en el camino de mi respuesta …

De nuevo el Señor pregunta … y nuevamente … De nuevo escucho la respuesta de Pedro … y nuevamente respondo …

“Cuida de mis ovejas … Apacienta mis ovejas”. Escucho de nuevo al Señor encomendar a mi oración, a mi testimonio, a mi vida, el cuidado de los que ama, de los que ha confiado a mi cuidado … Y de nuevo, me ofrezco a la misión …

“Cuando eras joven … cuando eres viejo …” Permito que el Señor guíe mi vida …

Te pido esta gracia en este tiempo de oración:
Conversa con Dios2

Reconocer:

• ¿Cuáles son los pensamientos que surgen en mi corazón? Yo creo …

• ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en mi corazón? Yo siento …

• ¿Cuáles son los deseos que surgen en mi corazón? Yo deseo …

Relacionar:

Honestamente relaciono esto con Dios; le hablo a Él de esto, confiando en que está presente y escuchándome a mí, su amado hijo.

Recibir:

• Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón, sabiendo que Su amor es gratuito e incondicional. Recibo su amor y consuelo. Confío en que Él anhela consolarme, animarme, fortalecerme, curarme, perdonarme…

• Le permito a Él que me guíe; quizás volviendo a la escritura …

Responder en oración:

• Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, con Dios Padre y / o el Espíritu Santo como le hablaría a un amigo. También puedo invocar la intercesión de María y los santos.
(San Ignacio llama a esto un coloquio).

Alábalo – doy gloria a Dios por quien es; por ser todo bueno y amoroso; por ser mi Señor y salvador…

Agradécele – por nuestro tiempo juntos; por su palabra para mí; por los regalos que me ha dado hoy …

Pídele … por ayuda, gracia, fuerza, sabiduría, fe más profunda…

• En base a lo que Dios está diciendo a mi corazón, me propongo actuar de la siguiente manera concreta para amar a Dios y amar al prójimo (que podría ser algo pequeño). Hoy voy a …

Descansen en el Señor: “Quédense quietos y sepan que yo soy Dios”
Salmo 46, 10

1 Gallagher, T., 2008. Una Introducción Ignaciana a la Oración: Reflexiones Bíblicas Según los Ejercicios Espirituales. Nueva York: The Crossroad Publishing Company.

2 Esta forma de conversar con Dios en oración a menudo llamada RRRR (ARRR por sus siglas en inglés) es enseñada por el Instituto para la Formación Sacerdotal de Omaha Nebraska. Para obtener más información, consulte Father Traynor, Scott (2013) La Parroquia Como Escuela de Oración y, Dwyer, Karen y Lawrence (2011) WRAP Yourself in Scripture (Publicaciones de IPF).