Esquema de la Enseñanza para la Semana 1

Esquema de la Enseñanza
para la Semana 1:
La Oración es una Relación
Personal con Dios

Bienvenid@ a la serie Orando con las Escrituras, impartida por el Arzobispo B. Hebda, el
Obispo A. Cozzens, el Dc. R. García, el Rev. J. Peterson y el Rev. J. Floeder.

A continuación, se muestra el esquema de la enseñanza 1, titulada "La Oración es una Relación Personal con Dios". Mientras escucha el video de enseñanza, siga este
esquema. Puede imprimirlo y usar el espacio de la derecha para sus notas, o puede
usar su propio diario para tomar notas.

Esquema de la enseñanza

I. La meta es ayudar a todos a crecer en su vida de oración.

1. Se fundamenta en la tradición, con un enfoque en la enseñanza de San Ignacio
sobre la oración.
2. La enseñanza de San Ignacio está diseñada para la vida activa. Su objetivo era
encontrar a Dios en todas las cosas.


II. La oración es una forma de entablar una relación con Dios.

1. Dios es personal.
2. “«No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por
el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte
a la vida y, con ello, una orientación decisiva»”. (Alegría del Evangelio 7; Papa
Francisco citando al Papa Benedicto XVI)


III. La oración es el lugar donde yo vivo esta relación.

1. “La oración no es algo secundario, no es 'opcional', sino más bien una cuestión
de vida o muerte. Sólo quien ora, es decir, quien se encomienda a Dios con amor
filial, puede entrar en la vida eterna, que es Dios mismo”. Papa Benedicto XVI (4
de marzo de 2007)


IV. Debo creer que Dios desea una relación personal conmigo.

1. Carta de la Madre Teresa a sus hermanas en los años noventa. “… ¿Has visto con
los ojos de tu alma cómo te mira con amor? ¿Conoces realmente al Jesús
viviente, no por los libros, sino por estar con Él en tu corazón? ¿Has escuchado
las amorosas palabras con las que te habla? Pide la gracia, Él anhela
simplemente dártela …” (Madre Teresa, Carta de Varanasi)
2. La oración es este encuentro con el amor que me cambia y empieza a
transformarme.


V. Dios habla primero, Dios nos busca; lo que tiene que decir es lo más importante.

1. Con Zaqueo – Jesús toma la iniciativa.
2. “… La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde
vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es
el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición
llega desde las profundidades de Dios quien nos desea. La oración, sepámoslo o
no, es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de
que el hombre tenga sed de Él”. CIC 2560


VI. Unas palabras sobre el silencio y la imaginación.

1. La importancia del silencio. San Agustín: "Yo estaba fuera, tú estabas dentro".
2. Uso de la imaginación.

1. La imaginación es una facultad que Dios nos da para hacer imágenes en
nuestra mente y experimentar dentro de nosotros una realidad espiritual.
2. Imaginación real contra la fantasía.
3. Conversión de San Ignacio; Dios trabajando en su imaginación.
4. Las escenas de las Escrituras comunican la verdad, no solo las palabras.
5. La oración con la imaginación puede proporcionar una experiencia real del
amor de Dios, la gloria de Dios que me transforma. “La meditación involucra
pensamiento, imaginación, emoción y deseo. Esta movilización de facultades
es necesaria para profundizar nuestras convicciones de fe, impulsar la
conversión de nuestro corazón y fortalecer nuestra voluntad de seguir a
Cristo…” Papa Benedicto XVI, Discurso a los Seminaristas y a la Juventud
6. San Ignacio nos anima a orar con nuestra imaginación, aplicando todos los
sentidos espirituales del alma. En el ejemplo de rezar con el pesebre, ver con
la capacidad de la imaginación el lugar y las personas, oír lo que se dice, oler,
gustar y tocar, sacar provecho de ello.


VII. Esquema básico del tiempo de oración; La Guía de Oración

1. Preparo mi corazón para orar y pido la gracia.
2. En oración, leo el pasaje de la Escritura usando mi razonamiento e imaginación,
reflexionando sobre la verdad que el Señor me está comunicando.
3. Converso con Dios:

1. Reconocer – Reconozco los pensamientos, sentimientos y deseos que surgen
en mi corazón.
2. Relacionarme – Los relaciono honestamente con Dios, confiando en que él
está presente y escuchándome a mí, su hij@ amad@.
3. Recibir – Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón.
4. Responder – Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, Dios Padre
y / o el Espíritu Santo, como lo haría con un amigo. Resuelvo actuar de forma
concreta para amar a Dios y a mi prójimo, lo que podría ser una resolución
pequeña.
4. Descanso en el Señor.