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Synod Spanish Discussion questions

Series: Orando con las Escrituras

Visión General de las Series

Bienvenidos a la serie Orando con las Escritura impartida por el Arzobispo Bernard Hebda y el Obispo Andrew Cozzens. Si nunca ha orado con las Escrituras, está bien: ¡esta serie de enseñanzas lo ayudará a comenzar! Si ha orado con las Escrituras y desea profundizar, esta serie de enseñanzas lo ayudará a crecer.

La oración es una relación con Dios. Al igual que en cualquier relación, siempre hay oportunidades para profundizar. De eso se trata esta serie.

Tiene cuatro componentes:

1.0El Arzobispo Hebda, el Obispo Cozzens, el Diácono García, el Rev. Peterson y el Rev. J. Floeder, ofrecen una serie de cinco videos de enseñanza. Estos videos también incluyen testimonios de compañeros católicos de toda la Arquidiócesis. Esta serie tiene como anfitriona a Maritza Flores. Los títulos de las charlas y ponentes se enumeran a continuación:

o Semana 1: La oración es una relación personal con Dios | Arzobispo B. Hebda
Semana 2: Cómo escuchar a Dios en nuestros corazones | Obispo A. Cozzens
Semana 3: Conversación con Dios – Reconocer, Relacionar, Recibir,  Responder Diácono R. García
Semana 4: Discernimiento de Espíritus – Consolación y Desolación |  Rev. J. Peterson
o Semana 5: Superando Obstáculos | Rev. J. Floeder

2. Se proporcionan esquemas de charlas para cada semana. Mientras escucha el video didáctico, siga el esquema. Puede imprimir el esquema y usar el espacio a la derecha para notas o usar su propio diario para tomar notas.

3. Las preguntas de diálogo acompañan a estos esquemas. Si participa en esta serie junto con un grupo, considere seleccionar algunas o todas estas preguntas para su diálogo grupal.

4. Las 25 Guías de Oración, cada una con un versículo diferente de las Escrituras y una reflexión guiada, proporcionan una estructura para su tiempo de oración, como se explica en esta serie, con espacio para llevar un diario. Le invitamos a usar una Guía de Oración al día durante el transcurso de esta serie de cinco semanas, siéntase libre de volver a sus favoritos si lo desea. Estos materiales están disponibles en archspm.org/synod.


Consejos prácticos

Todo viaje comienza con el primer paso. No espere hasta mañana o la semana que viene, ¡comprométase a orar a partir de hoy! Aquí hay algunos consejos prácticos para comenzar:

  • La rutina es importante. Es útil encontrar un momento y un lugar constantes para orar todos los días. Puede probar varias veces para ver qué funciona mejor para usted.
  • Si no ha orado antes, comience con 15 minutos cada día. Si pierde un día, está bien, simplemente comience de nuevo al día siguiente.
  • Las Guías de Oración son pautas que lo ayudarán en su tiempo de oración. A lo largo de las cinco charlas, se explicará con mayor detalle cada paso de las Guías de Oración. Úselas cuando sea útil, sabiendo que la oración es personal. Simplemente pídale al Señor que lo guíe.
  • A veces es difícil sentarse y orar. Incluso los santos lucharon con la oración a veces. Algunos días puede sentir que Dios está cerca y otros días no. En ambos casos, al Señor le agrada que haya elegido pasar tiempo con él. Confíe en que él está trabajando en su corazón, aun cuando no lo sienta.

Lectura Espiritual

Los buenos libros pueden ayudarnos a comprender lo que está sucediendo en nuestra vida de oración y a aprender los caminos de Dios. Pueden estimular nuestra imaginación y nuestro deseo de crecer en oración. Algunas sugerencias para crecer en oración son:

  • P. Jacques Philippe, Tiempo para Dios
  • Peter Kreeft, Prayer for Beginners
  • San Francisco de Sales, Introducción a la Vida Devota
  • P. Timothy Gallagher, El discernimiento de los Espíritus

¡Que Dios le bendiga en su jornada de oración!

Esquema de la Eneseñanza para la Semana 5

Semana 5: “Superando Obstáculos”

A continuación, se muestra el esquema de la charla 5, titulado “Superando obstáculos”. Mientras escucha el video de enseñanza, siga este esquema. Puede imprimirlo y usar el espacio a la derecha o su propio diario para tomar notas.

Las preguntas de discusión para esta charla se pueden encontrar al final del esquema. Si participa en esta serie junto con un grupo, considere seleccionar algunas o todas estas preguntas para su discusión grupal.

Esquema de la Enseñanza

I. Superar la desolación espiritual.

A. Uno de los grandes obstáculos para nuestra vida de oración es la desolación espiritual. La desolación espiritual es la pesadez del corazón en nuestra relación con Dios, que proviene del enemigo y nos impide avanzar en nuestra vida espiritual.
B. Es importante recordar la conexión entre la desolación natural y la desolación espiritual. La desolación natural puede conducir a la desolación espiritual, pero no tiene por qué ser así. Si hay una desolación natural, puede ayudar a la vida espiritual el realizar cambios en el nivel natural (por ejemplo, si estoy exhausto por trabajar demasiado, es posible que deba encontrar formas de trabajar menos).
C. En tiempos de desolación espiritual, nunca cambie sus propuestas espirituales.
1. Las propuestas espirituales son cosas que hacemos para fortalecer y mantener nuestra relación con Dios.
2. En la desolación, nos sentimos tentados a renunciar a ellas. Pero este es el momento en que son las más importantes.
3. En esta lucha, puede ser útil hacer algo más en nuestra vida espiritual. Los pequeños actos pueden ayudar mucho. En lugar de orar por poco tiempo, haga solo un poco más de tiempo (¡agregue 3-5 minutos!).
D. Cuando esté luchando en su vida espiritual, sea paciente consigo mismo. Las luchas son normales y el desánimo las empeora.
1. Busque formas de animarse y ser amable con usted mismo.
2. Puede ser útil hacer algo más en nuestra vida espiritual. Esto puede ser una cosa pequeña, como ir a Misa una vez más cada semana o confesarse. Comparta su lucha con un amigo que tenga una sólida vida de oración.
3. Siga practicando RRRR. Reconocer y relacionar nuestra lucha con honestidad en la oración, puede dejarnos abiertos a recibir la forma en que Dios ve la lucha. Llevar un diario es útil. Considere la elección de escrituras para la oración.

II. Superar las Distracciones

A. Las distracciones en la oración son normales.
B. Categoría 1: a una mente acelerada le es difícil calmarse y concentrarse.
1. Considere los momentos cuándo ora durante el día. Trate de encontrar momentos en los que le sea más fácil concentrarse.
2. Pruebe hacer una lectura espiritual durante quince minutos antes de orar.
3. Trate de usar activamente su imaginación en la oración.
4. Recuerde que la oración es una obra del corazón, más que de la mente. Es posible que el corazón esté amando a Dios, incluso cuando la mente está distraída.
C. Categoría 2: algo en particular me distrae.
1. Muchas veces este es un problema para el que no tengo una solución y puede estar afectando mi relación con Dios.
2. En este caso, llévelo al Señor en la oración RRRR. Reconozca la distracción, dígale al Señor por qué le molesta. Al relacionarme, empiezo a estar abierto a recibir la forma de cómo Dios ve este problema.
3. Otras ideas incluyen recordar una cita de las Escrituras para ayudar a regresar a la oración, mirar una imagen espiritual u orar en una Capilla de Adoración.

III. Lectura Espiritual Regular

A. Los buenos libros nos ayudan a comprender lo que está sucediendo en nuestra vida de oración. Pueden estimular nuestra imaginación y nuestro deseo de crecer en oración. Pueden ayudarnos a aprender los caminos de Dios.
B. Algunos libros sugeridos para aprender a orar o crecer en oración son:
1. P. Jacques Philippe, Tiempo de Dios,
2. Peter Kreef, Oración para principiantes,
3. San Francisco de Sales, Introducción a la vida devota
4. P. Timothy Gallagher, El discernimiento de los espíritus.

IV. Perseverar

A. Una de las virtudes más importantes para crecer en la vida de oración es la perseverancia.
B. Parábola del sembrador y la semilla. Persevera para desarrollar raíces profundas.
C. Toda relación requiere trabajo.
D. Dios entiende que se necesita tiempo para que crezcamos. Lo importante es que no nos rindamos. Mientras sigamos esforzándonos, no importa cuánto fracasemos, continuaremos creciendo en nuestra relación con el Dios que nos ama sin medida.

Preguntas de Diálogo Semana 5

  1. Uno de los grandes obstáculos para la oración es la desolación espiritual. ¿Cuáles son algunas de las formas en que puede combatir la desolación espiritual? (¡Recuerde ser paciente y amable consigo mismo!)
  2. La quinta regla de San Ignacio para el discernimiento de los espíritus dice que, en tiempos de desolación espiritual nunca cambien sus propuestas espirituales. ¿Cuáles son algunas de sus propuestas espirituales que se esfuerza por mantener, incluso cuando experimenta la desolación espiritual?
  3. Describa una experiencia con un amigo o un grupo pequeño que le animó en su fe. ¿Tiene actualmente amigos que puedan apoyarlo en su vida espiritual? Si no es así, ¿cómo podría construir usted una red espiritual?
  4. Orar con R-R-R-R es una gran herramienta para vencer una lucha espiritual. Describa cómo ha orado siguiendo estos pasos durante las últimas semanas. ¿Dónde ha luchado? ¿Dónde se ha encontrado con Dios? ¿Cómo le invita a perseverar?
  5. Todos tenemos distracciones en la oración y esto es algo normal. A veces nuestras mentes se aceleran, y otras veces nos distrae algo en particular. ¿Cuáles son algunas prácticas que le han resultado útiles para lidiar con estos diferentes tipos de distracciones?
  6. Una de las cosas más importantes a lo largo de nuestra vida espiritual es la lectura regular espiritual. ¿Cuáles son algunos de sus libros y / o santos favoritos?
  7. La perseverancia es una virtud importante para crecer en nuestra vida de oración y vivir como auténticos discípulos. ¿Cuál es la cantidad de tiempo razonable que podría dedicar a orar cada día? ¿Cuáles son algunos pasos concretos que podría tomar para incorporar esto a su vida diaria?
  8. ¿Puede identificar momentos de consuelo que Dios le ha dado durante estas últimas semanas? Recuerde cuando lo encontró a él y su amor particular por usted. ¿Cómo podría serle útil reflexionar sobre estas experiencias en el futuro?

Esquema de la Enseñanza para la Semana 4

Semana 4: Discernimiento de los Espíritus

A continuación, se muestra el esquema de la semana 4, titulado “Discernimiento de los Espíritus”. Mientras escucha el video de la enseñanza, siga este esquema. Puede imprimirlo y usar el espacio de la derecha o su propio diario para tomar notas.

Este video de enseñanza cubre las primeras cuatro (de las catorce) Reglas de Discernimiento dadas por San Ignacio. El texto de las primeras cuatro reglas se proporciona al final de este esquema como referencia.

Las preguntas de diálogo siguen a los materiales de referencia al final de este esquema. Si participa en esta serie junto con un grupo, considere seleccionar algunas o todas estas preguntas para su discusión grupal.

Esquema de la Enseñanza

I. Una de las claves para aprender a seguir los movimientos de Dios es el Discernimiento de los Espíritus.

A. Los movimientos en mi alma vienen de 3 lugares: Dios, el enemigo o yo mismo (mi espíritu humano).
1. San Ignacio define al enemigo, en términos generales, como cualquier cosa que no sea de Dios. Esto incluye a los ángeles caídos (incluido el diablo). Esto también incluye la parte caída de nosotros mismos, como las tendencias en nuestra propia psique que surgen del egoísmo o de la sensualidad desordenada. Las Escrituras llaman a esto el mundo, la carne y el diablo.
2. San Ignacio llama a Dios, la Santísima Trinidad, el buen espíritu. También se refiere a la forma en que Dios actúa sobre nosotros por los buenos espíritus, esa parte de nosotros que está en alianza con Dios por la gracia santificante de nuestro bautismo, y la Iglesia, el cuerpo de Cristo que influye en nosotros hacia el bien.
B. San Ignacio nombra a estos movimientos consolaciones o desolaciones.
1. Todos experimentamos altibajos en nuestra vida espiritual: momentos en los que tenemos una gran energía, sentimos cerca a Dios y deseamos orar y servir, y otros momentos en los que no tenemos energía, sentimos lejano a Dios y encontramos difícil el rezar.
2. San Ignacio nos enseña el discernimiento de espíritus para ayudarnos a comprender estos altibajos, para que podamos navegar nuestra vida y seguir a Dios más fácilmente.
3. San Ignacio aprendió esto en su conversión. Durante la recuperación de una herida en la batalla, leyó la vida de Cristo y la vida de los santos.
4. Al pensar en las cosas del mundo, se deleitaba con ellas, pero luego estaba seco y descontento.
5. Al pensar en vivir como los santos se consoló, y luego quedó contento y feliz.
6. Una vez “sus ojos se abrieron un poco”, dándose cuenta, por experiencia, de que algunos pensamientos lo dejaban triste y otros feliz.
7. Poco a poco fue reconociendo la diferencia entre los espíritus, uno del enemigo y el otro de Dios.
8. San Ignacio escribió sus reglas para el discernimiento de espíritus: cómo saber cuándo el enemigo me está molestando y cómo saber cuándo Dios me está guiando.

II. Discernimiento de espíritus: Introducción a las Reglas

A. “Reglas para tomar conciencia y comprender, en cierta medida, los diferentes movimientos que se provocan en el alma, el bien, para recibirlos y el mal, para rechazarlos” (313)
B. San Ignacio quiere ayudarnos a hacer 3 cosas:
1. Tomar conciencia (“se le abrieron un poco los ojos”).
2. Entender (tratar de averiguar de dónde vienen estos movimientos y qué significan).
3. Responder (aceptar lo bueno, rechazar lo malo).
C. Tomar conciencia de los movimientos espirituales del alma.
1. San Agustín dice: “Tú estabas dentro y yo estaba fuera. Y las cosas creadas me apartaron de ti “. (Confesiones, Libro 10.) En nuestro mundo actual, es fácil vivir habitualmente sin él.
2. Necesito silencio y tiempo en oración para escuchar la voz de Dios en mi corazón.
D. San Ignacio da catorce reglas para el discernimiento. Esta enseñanza discutirá las reglas de la uno a la cuatro.

III. Primera Regla: Personas que se alejan de Dios

A. “Primera Regla. La primera regla: en las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, el enemigo suele estar acostumbrado a proponerles placeres aparentes, llevándolos a imaginar deleites y placeres sensuales para retenerlos más y hacerlos crecer en sus vicios y pecados. En estas personas el buen espíritu usa un método contrario, picando y mordiendo sus conciencias a través de su poder racional de juicio moral.” (314)
B. Note la calidad direccional de estas reglas. Nuestra vida se encamina en una dirección general en todo momento: hacia Dios o alejándose de Dios.
C. La primera regla se aplica a las personas que se alejan de Dios (“van de pecado mortal en pecado mortal””).
1. El enemigo trabaja en el nivel de los deseos (“propone placeres aparentes”).
2. Dios obra en el nivel racional, la cabeza (“picando y mordiendo la conciencia”).
3. Dios y el enemigo siempre actúan en oposición.

IV. Segunda Regla: Personas que se mueven hacia Dios

A. “Segunda Regla. La segunda regla: en las personas que continúan purificando intensamente sus pecados y elevándose de bien en mejor en el servicio de Dios, nuestro Señor, el método es contrario al de la primera regla. Pues entonces es propio del espíritu maligno morder, entristecer y colocar obstáculos, inquietando con falsas razones, para que la persona no avance. Y es propio del buen espíritu dar coraje y fuerza, consuelos, lágrimas, inspiraciones y tranquilidad, aliviando y quitando todos los obstáculos, para que la persona avance en el bien.” (315)
B. La segunda regla se aplica a las personas que se dirigen hacia Dios (“elevarse de bien a mejor en el servicio de Dios””).
1. Dios y el enemigo se oponen entre sí..
2. Esta vez, el enemigo trabaja en el nivel racional, la cabeza (“muerde, entristece, coloca obstáculos, inquieta con falsas razones”).
3. Dios obra a nivel del corazón para facilitar el avance (“coraje y fuerza, consolaciones”).

V. Ejemplo del Libro 10 de las Confesiones de San Agustín.

A. Alejarse de Dios.
1. “Estaba atormentado, reprochándome a mí mismo más amargamente que nunca mientras torcía y giraba mi cadena. Tenía la esperanza de que mi cadena se rompiera de una vez por todas, porque ahora era solo una cosa pequeña… Y tú, oh Señor, nunca dejaste de velar por mi corazón secreto. En tu severa misericordia me azotaste con el flagelo gemelo del miedo y la vergüenza …”
2. San Agustín se aleja de Dios, todavía apegado a su pecado. Quiere ser libre pero no puede. Dios lo azotó “con el azote gemelo del miedo y la vergüenza”. Esa fue la misericordia de Dios.
3. Empieza a volverse hacia Dios. Cuando se vuelve, Dios comienza a consolarlo.
B. Dirigirse hacia Dios.
1. “Pero a estas alturas … había vuelto mis ojos hacia otra parte, y mientras estaba allí temblando ante la barrera, al otro lado podía ver la casta belleza de la Continencia en toda su alegría serena e inmaculada, mientras ella, modestamente, me hacía señas para cruzar y vacilar ahora más.”
2. Cuando San Agustín se dirige a Dios en oración, Dios le da una visión interior de esperanza para ayudarlo y permitirle entregarse. En su visión, la Señora Continencia le da valor. Inmediatamente después de este suceso está el famoso pasaje: ¡Toma y lee!

VI. Tercera Regla: Consolación Espiritual

A. Para las personas que se dirigen hacia Dios, Dios obra a través de la consolación espiritual (movimiento edificante del corazón).
B. “Tercera Regla. La tercera regla es sobre la consolación espiritual. Lo llamo consolación cuando se produce en el alma algún movimiento interior, a través del cual, el alma llega a inflamarse de amor a su Creador y Señor, y, en consecuencia, cuando no se puede amar ninguna cosa creada sobre la faz de la tierra en sí misma, sino solo en el Creador de todas ellas. Lo mismo cuando derrama lágrimas que mueven al amor de su Señor, ya sea por el dolor de los propios pecados, o por la pasión de Cristo nuestro Señor; o por otras cosas directamente ordenadas a su servicio y alabanza. Finalmente, llamo consolación a todo aumento de esperanza, fe y caridad y a toda alegría interior que llama y atrae a las cosas celestiales y a la salvación del alma, tranquilizándola y dándole paz en su Creador y Señor.” (316)
C. El consuelo espiritual siempre viene de Dios. Un movimiento edificante de varios tipos que me acerca a Dios y me ayuda a seguirlo en la vida.
D. Note las palabras y cómo todas estas son palabras afectivas. Estos movimientos edificantes vienen en varios grados e intensidad.
E. Un ejemplo de Santa Teresa de Lisieux.
1. Ver a la gallina protegiendo a sus polluelos bajo sus alas (consuelo no espiritual) la lleva a recordar las Escrituras y reconocer la ternura y protección de Dios hacia ella (consuelo espiritual).
2. La consolación no espiritual puede conducir a la consolación espiritual. Asimismo, la desolación no espiritual puede conducir a la desolación espiritual.

VII. Cuarta Regla: Desolación Espiritual

A. Para las personas que se dirigen hacia Dios, el enemigo obra tratando de frenarlas y evitar que avancen mediante la desolación espiritual.
B. “Cuarta Regla. La cuarta regla es la de la desolación espiritual. Llamo desolación a todo lo contrario a la tercera regla, como lo son la oscuridad del alma, la perturbación en ella, los movimientos hacia las cosas bajas y terrenales, la inquietud por diversas agitaciones y tentaciones, el movimiento hacia la falta de confianza, sin esperanza, sin amor, y el encontrarse a sí mismo totalmente perezoso, tibio, triste, y como si estuviera separado del Creador y Señor de uno. Porque, así como la consolación es contraria a la desolación, del mismo modo los pensamientos que provienen de la consolación son contrarios a los pensamientos que provienen de la desolación”.
C. La desolación es exactamente lo opuesto al movimiento de consolación. La desolación es obra del enemigo.
1. Todos experimentamos desolación espiritual a veces. Si no se controla, puede ser un gran obstáculo en nuestra vida espiritual.
2. Distinguir la desolación espiritual (un movimiento del enemigo) de la depresión psicológica (no espiritual, segundo nivel del corazón). Distinguir entre consolación y desolación espiritual y no espiritual.
3. La desolación espiritual es un movimiento pesado del corazón, que conduce a cosas bajas y terrenales.
4. La desolación espiritual se presenta a menudo como nuestra identidad espiritual. Puede hacerse cargo del pasado y el futuro. Puedo olvidar que alguna vez tuve una relación con Dios y puedo pensar que nunca más podré hacerlo, porque Dios se siente tan lejos. La desolación espiritual usa negativas universales (por ejemplo, “completamente olvidado”, “nunca podré hacerlo”). Pero el enemigo es un mentiroso.
D. San Ignacio enseña que cuando reconoces que esto es desolación espiritual y lo nombras, entonces puedes rechazarlo y llegar a ser libre de él.
1. Las reglas uno a cuatro definen los términos de consolación espiritual y desolación.
2. Las reglas cinco a nueve enseñan qué hacer en la desolación espiritual.
3. Las reglas diez y once tratan sobre tiempos de consolación espiritual y desolación.
4. Las reglas de la doce a la catorce tratan sobre qué hacer en la tentación.
5. Merece la pena estudiarlas todas. Esta introducción básica, de las reglas uno a la cuatro, puede ayudar a discernir qué movimientos son de Dios (cuáles deben ser aceptados) y cuáles son del enemigo (cuáles deben ser rechazados).

VIII. Carta de San Ignacio a Sor Teresa Rejadell

A. Vea el texto completo de la cita al final de este esquema.
B. La consolación espiritual, cuando está presente, nos permite pasar por nuestras pruebas, incluso con gozo.
C. La desolación espiritual es una parte normal de la vida espiritual. Todos tenemos altibajos. Necesitamos aprender a discernir y tomar conciencia de lo que está sucediendo: reconocer la desolación es obra del enemigo y, entonces, tomar las respuestas adecuadas para rechazarla y volver a la gracia y la ayuda de Dios.

IX. Dos reglas (brevemente resumidas) que se pueden realizar en tiempos de desolación espiritual

A. Cuando se esté en desolación espiritual, nunca cambie sus propuestas espirituales (Quinta Regla). Por ejemplo, una propuesta para tomarse un tiempo para la oración diaria o la Misa o para confesarse. Estas propuestas son las guías para superar las dificultades.
B. Cuando se esté en desolación espiritual o se presente una tentación, es útil decírselo a la persona adecuada, por ejemplo, un buen amigo espiritual que conoce la vida espiritual (Decimotercera Regla).


Enseñanza 4: El Texto de la Primera a la Cuarta Reglas

Reglas para tomar conciencia y comprender, en cierta medida, los diferentes movimientos que se provocan en el alma, los buenos, para recibirlos, y los malos, para rechazarlos. Y estas reglas son más propias de la primera semana.

1. Primera regla. La primera regla: en las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, el enemigo suele estar acostumbrado a proponerles placeres aparentes, llevándolos a imaginarse los deleites y placeres sensuales para retenerlos más y hacerlos crecer en sus vicios y pecados. En estas personas, el buen espíritu usa un método contrario, picando y mordiendo sus conciencias a través de su poder racional del juicio moral.

2. Segunda regla. La segunda regla: en las personas que continúan purificando intensamente sus pecados y elevándose de bien en mejor en el servicio de Dios nuestro Señor, el método es contrario al de la primera regla. Pues entonces es propio del espíritu maligno morder, entristecer y colocar obstáculos, inquietando con falsas razones, para que la persona no avance. Y es propio del buen espíritu dar coraje y fuerza, consuelos, lágrimas, inspiraciones y tranquilidad, aliviando y quitando todos los obstáculos, para que la persona avance en el bien.

3. Tercera regla. La tercera regla es sobre la consolación espiritual. Lo llamo consolación cuando se produce en el alma algún movimiento interior, a través del cual, el alma llega a inflamarse de amor a su Creador y Señor, y, en consecuencia, cuando no puede amar ninguna cosa creada sobre la faz de la tierra en sí misma, sino solo en el Creador de todas ellas. Lo mismo cuando derrama lágrimas que mueven al amor de su Señor, ya sea por el dolor de los propios pecados, o por la pasión de Cristo nuestro Señor, o por otras cosas directamente ordenadas a su servicio y alabanza. Finalmente, llamo consolación a todo aumento de esperanza, fe y caridad, y a toda alegría interior que llama y atrae a las cosas celestiales y a la salvación del alma, tranquilizándola y dándole paz en su Creador y Señor.

4. Cuarta regla. La cuarta regla es la de la desolación espiritual. Llamo desolación a todo lo contrario a la tercera regla, como lo son la oscuridad del alma, la perturbación en ella, los movimientos hacia las cosas bajas y terrenales, la inquietud por diversas agitaciones y tentaciones, movimiento hacia la falta de confianza, sin esperanza, sin amor, y el encontrarse a uno mismo. totalmente perezoso, tibio, triste, y como si estuviera separado del Creador y Señor de uno. Porque, así como la consolación es contraria a la desolación, del mismo modo los pensamientos que provienen de la consolación son contrarios a los pensamientos que provienen de la desolación.

Preguntas de Diálogo Semana 4

  1. Los movimientos del alma provienen de 3 lugares: Dios, el enemigo o yo mismo. Dé un ejemplo de uno o más de estos movimientos.
  2. La Introducción de San Ignacio a las Reglas del Discernimiento dice: “Reglas para tomar conciencia y comprender, hasta cierto punto, los diferentes movimientos que se provocan en el alma, los buenos para recibirlos y los malos para rechazarlos”. Describa cada uno de estos tres pasos con sus propias palabras (tomar conciencia, comprender y responder).
  3. Comparta un ejemplo de un momento en que Dios le abrió los ojos “un poco” para tomar conciencia y comprender un movimiento en su alma. ¿Cómo respondió?
  4. San Agustín dijo: “Estabas dentro; Yo estaba sin ti “. Estamos invitados a vivir dentro, a vivir con Jesús en nuestro corazón. ¿Cuáles son algunas de las cosas que le mantienen al margen?
  5. San Ignacio describió dos posibles movimientos: personas que se alejan de Dios y personas que se acercan a Dios. Para las personas que se alejan de Dios (Primera regla), ¿Cómo actúa el enemigo? ¿Cómo obra Dios?
  6. Para las personas que se acercan a Dios (Segunda regla), ¿Cómo actúa el enemigo? ¿Cómo obra Dios?
  7. En las Reglas Tercera y Cuarta, San Ignacio define la consolación y la desolación espiritual. ¿Cómo te ha hecho consciente esta enseñanza de experiencias de consolación y desolación en tu vida? (El ejemplo de Santa Teresa de Lisieux ilustra cómo Dios puede usar cosas simples en la vida, como una gallina con sus polluelos).
  8. El Padre James Peterson comentó que todos experimentamos los altibajos de la consolación espiritual y la desolación espiritual a lo largo de nuestras vidas. ¿Cuáles son los dos breves ejemplos que dio el Padre Peterson al final de su charla para combatir la desolación espiritual?
  9. Esta enseñanza cubrió las primeras cuatro de las catorce reglas para el discernimiento de los espíritus dadas por San Ignacio. ¿Cómo podría seguir aprendiendo más sobre estas reglas para su viaje espiritual?

Esquema de la Enseñanza para la Semana 3

Semana 3: Conversación con Dios

A continuación, se muestra el esquema de la enseñanza 3, titulada “Conversación con Dios”. Mientras escucha el video didáctico, siga este esquema. Puede imprimirlo y usar el espacio a la derecha o su propio diario para tomar notas.Las preguntas de discusión se encuentran a continuación de las citas. Si participa en esta serie junto con un grupo, considere seleccionar algunas o todas estas preguntas para su discusión grupal.

Esquema de la Enseñanza

I. Resumen: La oración ocurre en el corazón.
A. Los movimientos del corazón son “movimientos afectivos”, y vienen como pensamientos, sentimientos y deseos.
B. La oración purifica el corazón para que podamos aprender a amar lo que Dios ama.

II. Movimientos distintivos del corazón; tres niveles de nuestro corazón.
A. Los pensamientos, sentimientos y deseos interiores, nos llegan de la experiencia presente o de la memoria.
B. Nivel I (psicológico superficial) – transitorio, incluso superficial, cambio rápido, fácilmente influenciado por estímulos externos (ejemplos: mal humor debido al clima o la opinión de otros). Estos pensamientos, sentimientos y deseos no son movimientos del Espíritu Santo.
C. Nivel II (psicológico más profundo) – más complejo, los pensamientos están más profundamente arraigados, no solo van y vienen, muchos son patrones habituales de pensamiento, sentimiento o deseo.
1. Incluye relaciones familiares, temperamentos, estados de ánimo profundos como depresión psicológica, alegría o felicidad profunda, deseos sexuales.
2. Consuelo no espiritual (sentimiento de elevación) o desolación no espiritual (sentimiento de depresión).
3. Todavía no es el lugar donde Dios habla, aunque Dios a menudo quiere traer sanidad a las experiencias de este nivel del corazón.
D. Nivel III (espiritual): pensamientos, sentimientos y deseos espirituales que impactan directamente en la relación personal con Dios y en el cumplimiento de su voluntad.
1. Tercera regla: Consuelo espiritual (movimiento ascendente del corazón hacia Dios) – “Lo llamo consolación cuando se produce algún movimiento interior en el alma, a través del cual el alma llega a inflamarse con el amor de su Creador y Señor, y, en consecuencia, cuando no puede amar ninguna cosa creada sobre la faz de la tierra en sí misma, sino sólo en el Creador de todas ellas. Lo mismo cuando derrama lágrimas que mueven al amor de su Señor, ya sea por el dolor de los propios pecados, o por la pasión de Cristo nuestro Señor, o por otras cosas directamente ordenadas a su servicio y alabanza. Por último, llamo consolación a todo aumento de la esperanza, de la fe y de la caridad, y a todo gozo interior que llama y atrae a las cosas celestiales y a la salvación del alma, tranquilizándola y dándole paz en su Creador y Señor “. (Ejercicio espiritual # 316).
2. Cuarta regla: Desolación espiritual (movimiento descendente del corazón alejándose de Dios) – “Yo llamo desolación … oscuridad del alma, perturbación en ella, movimiento hacia lo bajo y terrenal, inquietud por diversas agitaciones y tentaciones, movimiento hacia la falta de confianza, sin esperanza, sin amor, encontrándose totalmente perezoso, tibio, triste, y como separado del Creador y Señor. Porque, así como la consolación es contraria a la desolación, del mismo modo los pensamientos que provienen de la consolación son contrarios a los pensamientos que provienen de la desolación. (Ejercicio espiritual # 317).

III. Movimientos espirituales del corazón – pensamientos, sentimientos y deseos.
A. Provienen de uno de los tres espíritus: Espíritu Santo, espíritu maligno, espíritu humano.
B. ¿Qué pasa en el corazón?
1. Llegan los sentimientos y los deseos.
2. Dar lugar a pensamientos (intelecto).
3. Pedir una respuesta (voluntad): recibir lo que es de Dios y rechazar lo que no es de Dios.
4. Entra en nuestro corazón, a través de la memoria, la imaginación y los sentidos espirituales.
C. Esta es una guía, no una ciencia. No todos nuestros pensamientos, sentimientos y deseos se pueden clasificar fácilmente. Esto se ha simplificado a tres niveles.

D. Cuadro

Niveles I -III

Pensamientos

Sentimientos

Deseos

Nivel I

Psicológico Superficial

Hace calor

Acalorado y  cansado

Descanso

Nivel II

Psicológico  

Más profundo

Soy una decepción para mi familia Solo, abandonado, deprimido Quiero escapar de mi vida

Nivel III

Espiritual

Dios ha sido tan bueno conmigo Gratitud, alegría, calidez Quiero estar con Dios en oración

E. Cómo entramos prácticamente en conversación con Dios, sobre algun conflicto en la vida.
1. La oración es la conversación donde le hablo a Dios sobre los problemas o alegrías en el segundo nivel del corazón.
2. Cuando recibo la verdad y el amor de Dios en el tercer nivel del corazón, él comienza a liberarme en el segundo nivel del corazón. Esto comienza a purificar mi forma de pensar y sentir en el segundo nivel del corazón.

IV. Cuatro pasos prácticos para rendir nuestros corazones a Dios.

A. Reconocer: cuando tengo algún conflicto, lo primero que tengo que hacer es admitir que es un conflicto. Esto requiere autoconciencia. Puede ser difícil de reconocer. Puede haber miedo a reconocer, porque no quiero darles demasiado poder a las cosas; creo que es mejor ignorarlo. O porque pienso para mí mismo: si fuera un verdadero cristiano, esto no me molestaría. O porque no tengo la fe para creer que Dios puede trabajar en esta área.
B. Relacionar – El segundo paso es relacionar la situación con Dios en oración y preguntarle a Dios cómo la ve él.
1. Prácticamente, simplemente dígaselo a Dios. “Padre, esto es realmente difícil para mí”. “Tengo miedo.” “¡Esto es demasiado para mí!” “Padre, esto me enoja mucho, ¿cómo puedes permitir que esto suceda?!”
2. Si la enfrento con fe, puedo recibir de Dios una nueva forma de verla. Esta es la parte de la acción de Dios, y no puedo controlar esto. ¡Pero puedo tener fe en que él lo hará!!
3. Relacionar es nuestro trabajo. Recibir es lo que hace Dios.
C. Recibir – El tercer paso es Dios actuando, mostrándome cómo está trabajando. Él habla a mi corazón y me permite recibir su forma de ver, su verdad. Me muestra que está presente.
1. Esta es una consolación espiritual en el tercer nivel del corazón. Puede ser una palabra o frase de las Escrituras. Podría ser una sensación de paz o su presencia. Puede ser una palabra de un amigo o algo que escuche en una homilía.
2. Viene con una elevación del corazón, porque el Espíritu Santo me está hablando.
D. Responder – El cuarto paso es responder de manera diferente, con la gracia y la fuerza de Dios. Puedo responder con verdad y con la paz de Dios. Esto es tan diferente a experimentar ansiedad en la vida cristiana.
E. La oración es una conversación bidireccional
1. Dios obra en la oración. Su presencia entra en las situaciones y las cambia.
2. Dios quiere mostrarnos que es bueno en cada situación cuando se la presentamos en oración.
3. “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios”. 2 Cor. 1, 3-4
4. Este recibir, es la clave de toda la vida espiritual: esta es la paz que Jesús promete, incluso en las pruebas más grandes. Verdadera paz que proviene de la verdadera entrega.
F. Ejemplos
1. Jesús en la Agonía del Huerto
2. La espina de San Pablo clavada en su carne (2 Cor. 12, 7-10).

V. ¿Qué es la oración a la luz de RRRR?

A. La oración es el lugar donde me rindo a la voluntad de Dios. Reconozco mi lucha, se la relato a él, recibo de él el cómo poder verla, y luego, puedo responder con su gracia. De esta manera la oración me transforma y purifica mi corazón.

 

NIVEL I
SUPERFICIE NO-ESPIRITUAL


Pensamientos, Sentimientos y Deseos

NIVEL II
MÁS PROFUNDA NO-ESPIRITUAL


Pensamientos, Sentimientos y Deseos

Consolaciones No-Espirituales
Desolaciones No-Espirituales

Psicológico Primario
Influenciado por
Relaciones Familiares

ADN

Temperamentos Étnicos
Deseos Sexuales
Estados de Ánimo Profundos
Suposiciones Culturales

NIVEL III
ESPIRITUAL


Pensamientos, Sentimientos y Deseos

Consolaciones Espirituales
Desolaciones Espirituales

Movimientos interiores del corazón
causados por diferentes espíritus
Tres espíritus:
Espíritu Santo
Espíritu Maligno
Espíritu Humano

Estos movimientos interiores
llaman por una respuesta:
recibir lo que es de Dios o
rechazar lo que no es de Dios

Preguntas de Diálogo para la Semana 3

  1. La oración ocurre en el corazón y los movimientos del corazón son movimientos afectivos. En su oración de la semana pasada, ¿cómo vio a Dios obrando afectivamente en sus pensamientos, sentimientos o deseos?

 

  1. El Diácono Ramón habló sobre la distinción del movimiento del corazón en tres niveles: psicológico superficial, psicológico más profundo y espiritual. Dé un ejemplo de un pensamiento, sentimiento o deseo para cada uno de estos distintos niveles.

 

  1. Prácticamente, la lucha por la pureza del corazón ocurre en el segundo nivel del corazón. A través de la conversación con Dios en oración, reciba la verdad del amor de Dios en el tercer nivel del corazón. ¿Cuál es una lucha que podría relacionar con Dios en oración y recibir la verdad que Él tiene para ofrecerle?

 

  1. San Ignacio llama a los movimientos del corazón en el tercer nivel consolación espiritual o desolación espiritual. Describa un momento en el que experimento alguno de estos.

 

  1. ¿Cuáles son los cuatro pasos prácticos para entregar nuestro corazón a Dios? (Pista: rece como el ronroneo de un gato… R-R-R-R). Describa brevemente cada paso con sus propias palabras. ¿Cuáles de estos pasos le resultan difíciles y por qué?

 

  1. Cuando conversamos con Dios en oración sobre los detalles de nuestra vida, él puede mostrarnos su bondad en cada situación. Comparta un momento en el que experimentó a Dios mostrándole su bondad.

 

  1. Como se relata en la historia de Jesús en el jardín y la espina en el costado de San Pablo, la oración es el lugar donde me entrego a la voluntad de Dios y recibo su gracia y paz. ¿Qué es lo que se mueve en su corazón que le gustaría entregar a la voluntad de Dios?

Esquema de la Enseñanza para la Semana 2

Semana 2:
Como Escuchar a Dios en
Nuestros Corazones

 

A continuación, se muestra el esquema de la enseñanza 2, titulada “Cómo Escuchar a Dios en Nuestros Corazones“. Mientras escucha el video de enseñanza, siga este esquema. Puede imprimirlo y usar el espacio de la derecha, o usar su propio diario para tomar notas.

Este video de enseñanza contiene muchas citas de las Escrituras, del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) y de la vida de los santos. Encuentre una lista completa de citas al final de este esquema de charla, como referencia.

Las preguntas de discusión se encuentran a continuación de las citas. Si participa en esta serie junto con un grupo, considere seleccionar algunas o todas estas preguntas para su discusión grupal.

Esquema de la enseñanza

I. Principios básicos de la oración – Seis verdades esenciales que guían nuestra vida de oración.

    1. Dios, la Santísima Trinidad, habita dentro de nosotros en virtud de nuestro bautismo, y desea una relación amorosa con nosotros (Juan 14, 23).
    2. La oración es una respuesta a la búsqueda amorosa de Dios por nosotros. Se trata fundamentalmente de recibir su amor y su llamada a vivir como sus discípulos. (1 Juan 4, 9-10; CIC ¶2560).
    3. Somos criaturas caídas, afectadas por el pecado original, y tenemos que arrepentirnos continuamente para crecer en fe, esperanza y amor. (1 John 1, 8, CIC ¶1427, ¶1426).
    4. Las experiencias personales subjetivas siempre se rigen por la autoridad espiritual objetiva de las Escrituras y la Tradición viva de la Iglesia tal como se expresa a través del Magisterio. (CCC ¶890; 2 Tim 3, 16-17). 
    5. Dios desea estar con nosotros y mostrarnos su amor en todas las circunstancias de la vida, porque siempre quiere sacar el bien del mal. (2 Cor 1, 3-4).
      1. “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito”. (Rom 8, 28)
    6. El verdadero discipulado depende del deseo de buscar y hacer la voluntad de Dios (Mt 7, 24-27).

II. ¿Dónde ocurre la oración? Pasa en nuestro corazón.

  1. Cuando las Escrituras hablan del lugar donde nos encontramos con Dios, las Escrituras hablan del corazón. (Rom 5, 5; 1 Sam 16,7; Ez 36, 26).
    “Según las Escrituras, es el corazón el que ora”. (CIC ¶2562)
  2. El corazón es nuestro centro, el lugar de encuentro con Dios, el lugar de decisión, mi yo más profundo. Es el lugar del amor, del don de uno mismo. (CIC ¶2563).

III. Dios nos habla al mover nuestro corazón. Un movimiento del corazón se llama movimiento afectivo.

    1. ¿Qué es el “afecto”? Es el centro de nuestro corazón donde nos sentimos movidos.
    2. Somos personas complejas y tenemos muchos tipos diferentes de “movimientos interiores”.
      1. Podemos ser movidos en nuestro intelecto, al llegar a comprender una verdad.
      2. Podemos ser movidos en nuestras pasiones, por la ira o el miedo.
      3. Podemos ser movidos en nuestros deseos, tanto físicos como emocionales e incluso espirituales.
    3. Pensamientos, sentimientos y deseos: todos estos pueden ser movimientos del corazón que involucran las emociones, pero de hecho son más profundos.
    4. San Ignacio, siguiendo la tradición espiritual, deja claro que la principal forma en que Dios nos habla es a través de estos “movimientos interiores” que son “provocados en el alma”. (Regla 4, Ejercicio Espiritual # 315.))
      1. Los movimientos afectivos pueden ser positivos. Al tratar de seguir a Dios, San Ignacio dice: “Es propio del buen espíritu dar valor y fuerza, consuelo, lágrimas, inspiraciones y tranquilidad, aliviando y quitando todos los obstáculos, para que la persona pueda avanzar en hacer el bien.” (Regla 2, Ejercicio Espiritual # 315.) Dios da movimientos a nuestro corazón, que nos facilitan el seguirlo.
      2. Los movimientos afectivos también pueden ser negativos. Al tratar de seguir a Dios, San Ignacio dice: “Es propio del espíritu maligno morder, entristecer y colocar obstáculos, inquietando con falsas razones, para que la persona no avance”. (Regla 2, Ejercicio Espiritual # 315.) (En la semana 4 se discutirá el discernimiento de los espíritus; qué movimientos son de Dios y cuáles no).
      3. Ejemplos de movimientos afectivos que pueden surgir en la oración.
        1. Pensamientos – por ejemplo, Dios es más grande que este problema.
        2. Sentimientos – por ejemplo, una sensación de calidez, paz o una sensación de alivio.
        3. Deseos – por ejemplo, quiero estar contigo Señor; te necesito; quiero confiar en ti.

IV. Nuestro Señor dice: “Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios”. (Mt. 5:8)

  1. A través de la oración, Dios desea purificar y limpiar nuestro corazón para que podamos aprender a amarlo sobre todas las cosas y desear servirlo en nuestro prójimo. (Papa Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, Vol. 1., 92-93)

V.Debido a mi naturaleza caída, no siempre reacciono como debería.

  1. Todos nosotros tenemos, hasta cierto punto, un afecto desordenado. Los pensamientos, sentimientos y deseos que surgen en mi corazón naturalmente no son los mismos que los pensamientos, sentimientos y deseos en el corazón de Jesús que es completamente puro. Esto es lo que da lugar al pecado en mí.
    1. “Porque no hago el bien que quiero, sino que hago el mal que no quiero.” (Rom 7, 19)

VI. Uno de los objetivos de la oración es sanar mi afecto. Para ordenarlo cada vez más, a fin de que no solo conozca la verdad, sino que pueda llevarla a cabo.

  1. La oración es la forma en que crezco en el amor por Dios. Y cuanto más crezco en el amor, más comienzo a ordenar todos los demás sentimientos de mi corazón. Santo Tomás de Aquino dice: “el amor ordena todos los afectos.”.
  2. La oración sana gradualmente nuestro afecto y nos permite no elegir el pecado, sino poder elegir a Dios a través de su gracia.
  3. Un afecto ordenado es cuando mi afecto corresponde a lo que es verdadero, bueno y bello.
  4. El objetivo no es ser una persona sin sentimientos, sino con sentimientos ordenados. Jesús tenía sentimientos, pero fueron ordenados.
  5. San Juan Pablo II escribió sobre esto en su Teología del Cuerpo. La verdadera libertad es poder hacer lo correcto en el amor. Una persona con un corazón puro puede ver el bien y elegirlo.
  6. “El amor es paciente y bondadoso; no tiene envidia ni orgullo ni arrogancia. No es grosero ni egoísta, no se irrita ni es rencoroso, no se alegra de la injusticia, sino que encuentra su alegría en la verdad”. (1 Cor 13, 4-6)
  7. Pasar tiempo con el amor de Jesús y recibir su amor en oración, permite que mi afecto se cure para que pueda aprender a amar como él.
  8. San Juan de la Cruz: Para ser verdaderamente libre tengo que estar libre de apegos, donde amo algo o alguien más de lo que amo a Dios.
    1. A través de la oración, el Señor me libera de esos apegos y gradualmente comienza a darnos pureza de corazón.

Preguntas de Diálogo para la Semana 2

Preguntas de Diálogo
para la Semana 2:
Preguntas de Diálogo

  1. La oración es una respuesta a la búsqueda amorosa de Dios por nosotros. Al mirar hacia atrás en su vida, ¿qué experiencias pudo haber tenido de Dios buscándolo con amor?
  2. La oración ocurre en el corazón. Muchas personas luchan por llevar la oración de sus mentes a sus corazones. ¿Qué te ayuda a pasar, de pensar acerca de Dios, a encontrar realmente a Dios en tu corazón?
  3. El obispo Cozzens habló sobre cómo Dios nos habla moviendo nuestro corazón de tres maneras: en nuestro intelecto o pensamientos, en nuestras pasiones o sentimientos y en nuestros deseos. A esto se le llama movimiento afectivo. ¿Ha experimentado esto antes? Si es así, describa su experiencia.
  4. Nuestro Señor dice: “Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios” (Mt 5, 8). ¿Cuáles son algunas de las formas en que Dios está buscando purificar tu corazón, para que puedas comenzar a amar como él ama?
  5. A medida que crecemos en la oración y la autorreflexión, nos conocemos a nosotros mismos y nos convertimos. Hacemos esto reconociendo y nombrando nuestros pensamientos, sentimientos y deseos y compartiéndolos con el Señor. Tómate un tiempo en silencio para pensar en cómo Dios te invita a compartir tu corazón con él.
  6. Nuestros corazones pueden ser gobernados por nuestras heridas, miedos, lugares de falta de perdón, deseos egoístas y orgullo. Cuando le entregamos esto al Señor, gradualmente nos vemos a nosotros mismos como Dios nos ve. ¿Cómo podría Dios estar llamándote a rendirte, para que puedas verte a través de los ojos de Dios?

Esquema de la Enseñanza para la Semana 1

Esquema de la Enseñanza
para la Semana 1:
La Oración es una Relación
Personal con Dios

Bienvenid@ a la serie Orando con las Escrituras, impartida por el Arzobispo B. Hebda, el
Obispo A. Cozzens, el Dc. R. García, el Rev. J. Peterson y el Rev. J. Floeder.

A continuación, se muestra el esquema de la enseñanza 1, titulada "La Oración es una Relación Personal con Dios". Mientras escucha el video de enseñanza, siga este
esquema. Puede imprimirlo y usar el espacio de la derecha para sus notas, o puede
usar su propio diario para tomar notas.

Esquema de la enseñanza

I. La meta es ayudar a todos a crecer en su vida de oración.

1. Se fundamenta en la tradición, con un enfoque en la enseñanza de San Ignacio
sobre la oración.
2. La enseñanza de San Ignacio está diseñada para la vida activa. Su objetivo era
encontrar a Dios en todas las cosas.


II. La oración es una forma de entablar una relación con Dios.

1. Dios es personal.
2. “«No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por
el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte
a la vida y, con ello, una orientación decisiva»”. (Alegría del Evangelio 7; Papa
Francisco citando al Papa Benedicto XVI)


III. La oración es el lugar donde yo vivo esta relación.

1. “La oración no es algo secundario, no es 'opcional', sino más bien una cuestión
de vida o muerte. Sólo quien ora, es decir, quien se encomienda a Dios con amor
filial, puede entrar en la vida eterna, que es Dios mismo”. Papa Benedicto XVI (4
de marzo de 2007)


IV. Debo creer que Dios desea una relación personal conmigo.

1. Carta de la Madre Teresa a sus hermanas en los años noventa. “… ¿Has visto con
los ojos de tu alma cómo te mira con amor? ¿Conoces realmente al Jesús
viviente, no por los libros, sino por estar con Él en tu corazón? ¿Has escuchado
las amorosas palabras con las que te habla? Pide la gracia, Él anhela
simplemente dártela …” (Madre Teresa, Carta de Varanasi)
2. La oración es este encuentro con el amor que me cambia y empieza a
transformarme.


V. Dios habla primero, Dios nos busca; lo que tiene que decir es lo más importante.

1. Con Zaqueo – Jesús toma la iniciativa.
2. “… La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde
vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es
el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición
llega desde las profundidades de Dios quien nos desea. La oración, sepámoslo o
no, es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de
que el hombre tenga sed de Él”. CIC 2560


VI. Unas palabras sobre el silencio y la imaginación.

1. La importancia del silencio. San Agustín: "Yo estaba fuera, tú estabas dentro".
2. Uso de la imaginación.

1. La imaginación es una facultad que Dios nos da para hacer imágenes en
nuestra mente y experimentar dentro de nosotros una realidad espiritual.
2. Imaginación real contra la fantasía.
3. Conversión de San Ignacio; Dios trabajando en su imaginación.
4. Las escenas de las Escrituras comunican la verdad, no solo las palabras.
5. La oración con la imaginación puede proporcionar una experiencia real del
amor de Dios, la gloria de Dios que me transforma. “La meditación involucra
pensamiento, imaginación, emoción y deseo. Esta movilización de facultades
es necesaria para profundizar nuestras convicciones de fe, impulsar la
conversión de nuestro corazón y fortalecer nuestra voluntad de seguir a
Cristo…” Papa Benedicto XVI, Discurso a los Seminaristas y a la Juventud
6. San Ignacio nos anima a orar con nuestra imaginación, aplicando todos los
sentidos espirituales del alma. En el ejemplo de rezar con el pesebre, ver con
la capacidad de la imaginación el lugar y las personas, oír lo que se dice, oler,
gustar y tocar, sacar provecho de ello.


VII. Esquema básico del tiempo de oración; La Guía de Oración

1. Preparo mi corazón para orar y pido la gracia.
2. En oración, leo el pasaje de la Escritura usando mi razonamiento e imaginación,
reflexionando sobre la verdad que el Señor me está comunicando.
3. Converso con Dios:

1. Reconocer – Reconozco los pensamientos, sentimientos y deseos que surgen
en mi corazón.
2. Relacionarme – Los relaciono honestamente con Dios, confiando en que él
está presente y escuchándome a mí, su hij@ amad@.
3. Recibir – Escucho lo que el Señor quiere decirle a mi corazón.
4. Responder – Concluyo mi tiempo de oración hablando con Jesús, Dios Padre
y / o el Espíritu Santo, como lo haría con un amigo. Resuelvo actuar de forma
concreta para amar a Dios y a mi prójimo, lo que podría ser una resolución
pequeña.
4. Descanso en el Señor.